Desigualdad en educación / Encuesta a 1000 docentes y directivos.
Pocos días de clase en escuelas rurales
En varias escuelas del norte del país, los alumnos tienen un promedio de diez jornadas por mes, a raíz del mal tiempo y los paros
Laura Casanovas
LA NACION
Editorial
Educación rural y desarrollo
El Estado ha demostrado fehacientemente sus dificultades para operar empresas Comerciales No podrán plantearse políticas profundas sin un abordaje integral que incluya los efectos de la crisis económica
LA NACION
TRIBUNA
La UBA, más allá del ranking
La universidad argentina suele estar dentro de mediciones internacionales cuyos criterios de selección son cuestionables. Por eso, se impone una mirada más amplia que calibre con justicia lo que se hace aquí con el presupuesto que se recibe.
Rubén Hallu
CLARIN
Publicidad y marketing
Una campaña global que invita a liberar el potencial del individuo
Avisos, campañas, agencias,American Express impulsa a los socios a sacar más provecho de la vida y de la tarjeta,Avisos, campañas, agencias,
Alberto Borrini
LA NACION
Los líderes mundiales, envejecidos en una campaña sobre cambio climático
A Greenpeace se le ocurrió mostrar a Obama, Lula, Merkel, Sarkozy y Brown con la apariencia que tendrían en 2020. "Perdón. Podríamos haberlo frenado, pero no lo hicimos", dicen en el afiche.
CLARIN.com
MEDIOS Y COMUNICACION
La brecha cognitiva
Luciano Sanguinetti asegura que la brecha digital es una falacia si no superamos la brecha cognitiva. Para ello, sostiene, se necesita planificación y convicción.
Luciano Sanguinetti
PAGINA/12
MEDIOS Y COMUNICACION
Los otros relatos
Omar López convoca a una reflexión sobre el manejo de la información y los relatos de la realidad que emergen a través de algunos reconocidos personajes de la pantalla.
Omar López
PAGINA/12
GOLPE A LOS FABRICANTES ARGENTINOS JUSTO ANTES DE LAS FIESTAS
Brasil aplica el "ojo por ojo" y frenaría el ingreso de juguetes
Utiliza el mismo régimen de "licencias no automáticas" que impone la Argentina.
Eleonora Gosman
CLARIN
Es necesario detener la desertificación provocada por el hombre
La destrucción de nuestros suelos
Alberto de las Carreras
LA NACION
Desigualdad en educación / Encuesta a 1000 docentes y directivos.
Pocos días de clase en escuelas rurales
En varias escuelas del norte del país, los alumnos tienen un promedio de diez jornadas por mes, a raíz del mal tiempo y los paros
Laura Casanovas
LA NACION
Los alumnos de las escuelas rurales están en situación de mayor vulnerabilidad que sus pares de zonas urbanas.
Esto se desprende del testimonio de docentes y directivos, que advierten sobre la falta de herramientas de alfabetización digital, de oferta educativa y de instancias de formación laboral, a lo que se suma la menor cantidad de días de clases que reciben los chicos en algunas regiones del país.
Las conclusiones surgen de una encuesta sobre educación y desarrollo rural que realizó la Red de Comunidades Rurales, a la que respondieron 1015 maestros y directores de escuelas rurales de todo el país.
En la Argentina hay unos 980.000 de alumnos en instituciones educativas rurales, casi el 10% de la matrícula educativa del país.
Según el calendario escolar, hay en todo el país unos 22 días de clases por mes. Sin embargo, el estudio señala que en las regiones del noroeste y nordeste del país hay alumnos que, en promedio, sólo tienen 10 días de clase por mes, debido a inconvenientes meteorológicos, problemas para trasladarse y reclamos gremiales.
Además, hay unos 1319 alumnos, de trece escuelas, que apenas tienen entre diez y 15 días efectivos de clases por mes. Y unos 700 estudiantes sólo reciben diez días de enseñanza, en escuelas de Misiones y de Formosa.
Así, mientras Chubut y Formosa son las únicas dos provincias que este año alcanzarán la meta de los 180 días de clases fijados por ley, el panorama se modifica cuando se analiza la situación dentro de la provincia, entre escuelas rurales y urbanas.
"En las escuelas rurales de Formosa, esa meta no se ha alcanzado, no al menos para todos. Por lo pronto, niños de varias comunidades wichi no tuvieron clases durante semanas debido a los serios problemas de infraestructura en sus respectivas escuelas", indicó Patricio Sutton, director ejecutivo de la Red.
La falta de clases, a la que este año se sumó el receso adicional por la epidemia de gripe A repercute inevitablemente en los aprendizajes de los alumnos y en la calidad de la enseñanza, advierten reiteradamente los especialistas en educación.
El trabajo de la Red de Comunidades Rurales muestra que la educación rural se distribuye de modo desigual por nivel educativo. En la primaria, la matrícula rural representa el 13% del total; en el nivel inicial, el 10%, y en el secundario, el 7 por ciento.
El secundario, muy lejos
Sutton dijo que la encuesta se realizó en respuesta a la "invisibilidad social de los pobladores rurales a nivel estadístico".
El informe verifica la dificultad que encuentran los alumnos para continuar con los estudios debido a la gran distancia entre las escuelas de nivel primario y secundario.
En promedio, en las cinco regiones (Noroeste, Nordeste, Cuyo, Patagonia y Pampeana), la distancia que separa a unas de otras es de 26 kilómetros, y llega a casos extremos en que los alumnos deben trasladarse más de 200 kilómetros.
En muchas escuelas, los equipos docentes son muy reducidos. En el norte argentino, por ejemplo, en la mitad de los casos relevados por la encuesta se comprueba que hay cuatro docentes o menos por escuela. "Esta situación explica que en la mayoría de las escuelas los directores ejerzan la actividad docente: el caso extremo es el NOA, donde el 74% de los directores tienen un grado a cargo", indica el relevamiento.
Sobre este último dato, Sutton señaló: "Por lo menos en 4000 escuelas rurales, la cantidad y calidad de horas efectivas que los chicos reciben es menor que la del resto, al contar con un solo docente que hace a la vez de director, maestro y auxiliar".
Pocas computadoras
El 27% de los encuestados en el trabajo de la Red de Comunidades Rurales declaró que la escuela no cuenta con ninguna computadora, y el 34% dijo tener sólo una.
Alejandro Vera, del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) señaló que, incluso, "muchas veces la única computadora que hay en la escuela es de uso administrativo", por lo cual no está disponible para el aprendizaje de los alumnos,
La situación, a su vez, es desigual entre las distintas regiones. Mientras que en el Noroeste, en el 52% de los casos consultados, no tienen computadora, en la región patagónica sólo el 3% de los encuestados declaró no tener.
En cuanto al uso de materiales didácticos proporcionados a través de la televisión, el 14% de los encuestados dijo usar el Canal Encuentro, la señal educativa del Ministerio de Educación de la Nación. Y el porcentaje desciende al 9% en el norte del país.
Respecto del motivo por el cual no se hace un mayor uso de este recurso, el 62% de los encuestados señaló que se debe a que no hay operador de cable; el 12%, porque que no tiene televisión.
Con menores porcentajes, pero con respuestas llamativas, el 7% de los encuestados no lo utiliza por falta de luz eléctrica y el 18%, porque no conoce el Canal Encuentro.
El 88% de los docentes y directivos manifestó que no existían oportunidades de formación laboral para los jóvenes en sus comunidades.
Sutton señaló que "la falta de oportunidades de formación laboral en la comunidad y de acceso a las tecnologías hacen estragos". Y dan cuenta, afirma, del escaso desarrollo comunitario, lo que produce más migración a las ciudades.
Fuente: LA NACION (ir)
Editorial
Educación rural y desarrollo
El Estado ha demostrado fehacientemente sus dificultades para operar empresas Comerciales No podrán plantearse políticas profundas sin un abordaje integral que incluya los efectos de la crisis económica
La educación y el desarrollo comunitario en el ámbito rural fueron los temas sobre los cuales se basó una encuesta que, a nivel nacional, realizó la Red Comunidades Rurales durante 2008 y 2009. Co n limitados recursos y un enorme esfuerzo de articulación ?ya que colaboraron más de 160 organizaciones de la sociedad civil,
empresas, instituciones e individuos? fue posible obtener información sumamente valiosa, pero muy preocupante, sobre las comunidades rurales de 1000 escuelas ubicadas en diferentes lugares del país.
Más allá de los aspectos habitualmente relevados por encuestas, docentes y directivos compartieron sus miradas desde encuadres que lejos estaban de ser homogéneos. Por eso, llaman doblemente la atención ciertos promedios generales en áreas que son clave para el desarrollo comunitario.
A modo de ejemplo, el 88 por ciento de los encuestados informó que los jóvenes no tienen acceso a instancias de formación laboral. Casi la totalidad -el 96 por ciento- indicó que no hay programas de alfabetización digital en su escuela o comunidad.
También informan que en el 86 por ciento de las escuelas con alumnos pertenecientes a comunidades aborígenes no hay docentes formados en educación intercultural bilingüe.
En el nivel regional, más del 70 por ciento de los encuestados en el Noroeste y el 85 por ciento de los del Nordeste señalan que, de no haber contado con comedor escolar, la potencial deserción escolar sería aún más significativa. Los informes completos se encuentran disponibles en www.comunidadesrurales. org. Estos y otros datos sobre educación, formación laboral, salud, vida comunitaria, diversidad cultural y acceso a las nuevas tecnologías de la información y comunicación marcan la importancia que conlleva el hacer visible la realidad social en el ámbito rural.
Sin un abordaje integral de los problemas existentes, que permitan articular mejor los recursos de los diferentes sectores de la sociedad, y sin objetivos consensuados, con una indispensable visión de mediano y largo plazo, difícilmente podamos alcanzar resultados que reviertan las actuales tendencias.
Construir y equipar nuevas escuelas siempre suma, pero los terribles efectos de la grave crisis económica, social y educativa que atravesamos requieren un trabajo profundo y sostenido que involucre a todos los actores. Los niveles de pobreza y exclusión social en parajes, comunidades y pequeños pueblos rurales de vastas regiones del país muchas veces duplican o triplican los índices estadísticos de áreas urbanas. El valor que se le asigna a la educación rural es un excelente indicador del grado de desarrollo que un país genera hacia su interior. Sólo de cara a esta realidad, en la que nos resta mucho por hacer, podremos plantearnos cómo crecer sostenidamente a nivel local, regional y global.
Fuente: LA NACION (ir)
TRIBUNA
La UBA, más allá del ranking
La universidad argentina suele estar dentro de mediciones internacionales cuyos criterios de selección son cuestionables. Por eso, se impone una mirada más amplia que calibre con justicia lo que se hace aquí con el presupuesto que se recibe.
Por: Rubén Hallu
Fuente: RECTOR DE LA UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
Hace algunos días, Clarín publicó un editorial titulado "Malas notas para la universidad", acerca de la presencia de la Universidad de Buenos Aires en rankings internacionales y el supuesto declive de la educación superior argentina en base a un informe del "Times Higher Educación".
Desde hace tiempo la UBA, sin importar el lugar que ocupe cada año en estos rankings -de hecho en 2008 ascendió de posición-, viene alertando y poniendo en cuestión la pertinencia de los parámetros con que se comparan instituciones latinoamericanas, norteamericanas y europeas, que presentan realidades muy diferentes.
De hecho, recientemente organizó una conferencia internacional, donde se explicaron distintos problemas que tienen estas mediciones. Uno de ellos es ponderar como criterio la visión que los empresarios de la zona tienen de cada universidad, sin tener en cuenta, por ejemplo, ningún parámetro vinculado a la extensión universitaria, estratégica para el sistema universitario nacional. Para este ranking los programas de extensión, el Centro Cultural Rojas o los hospitales universitarios simplemente no existen.
No obstante desde diversos sectores de nuestra sociedad se reproducen estos resultados sin analizar debidamente cómo se ponderan los mismos, si su composición es acorde con la naturaleza y objetivos de las Universidades latinoamericanas y especialmente de la Argentina. Nuestra educación superior tiene un criterio general de inclusión, entendiendo el conocimiento como un bien social, tratando de llegar a la mayor cantidad de ciudadanos.
Así también, el sistema tiene en la extensión universitaria uno de sus pilares, permitiendo devolver a la sociedad parte de lo que ella genera sosteniéndolo. Y pese a la pauperización de la educación en general, profundizada en la década del 90, las universidades nacionales siguen siendo las más elegidas y prestigiosas en Argentina y en el mundo. Prueba de ello son también los resultados que logran nuestros alumnos, egresados, profesores e investigadores en las instancias internacionales.
Por ello, en nuestra obligación de contribuir a reflexionar sobre la realidad y el análisis de los temas que nos competen, entendemos que es conveniente analizar los criterios con los que se realiza este ranking, su historia, la variabilidad de sus resultados y, por ende, el objeto que persigue. No es posible comparar lo incomparable -universidades que cuentan con diferencias abismales en sus inversiones por alumno- y sacar conclusiones de calidad de un solo caso: no ayuda a reconocer las fortalezas y las debilidades de una institución; mancilla el buen nombre y prestigio de la única universidad del país que aparece en estas mediciones y golpea al sistema universitario nacional público y privado.
Cuando comparamos la inversión que se hace en el nivel superior y universitario por alumno con la de otras universidades del mundo, vemos cómo con cifras varias veces superiores no reflejan los méritos y resultados académicos que obtiene año tras año la UBA con un presupuesto mucho menor y siendo totalmente gratuita. Pese a ello, junto a la UNAM de México y la Universidad de San Pablo, la UBA integra dichos ranking, sin que ello desacredite los esfuerzos de otras universidades que no lo hacen.
Por otra parte, entendemos que no se debe analizar el sistema universitario sin ver con seriedad qué sucede con la enseñanza media. Allí se visualiza un proceso de deterioro que debemos revertir. Los colegios secundarios han pasado por múltiples reformas que no han sido exitosas y que repercuten directamente sobre las universidades.
Es importante, entonces, preguntarnos desde qué lugar juzgamos nuestro sistema universitario. ¿Con qué elementos se califica a la UBA de "mediocre", omitiendo al resto de las universidades públicas y privadas, que no aparecen en este ranking y a las que, sin ningún lugar a dudas, tampoco les corresponde ese calificativo y mucho menos uno peor?
Los argentinos tenemos que cuidarnos de cierta tendencia autodestructiva. No podemos convalidar mediciones inexactas y parciales que menosprecian y descalifican al conjunto del sistema universitario argentino, el cual sostiene su tradición de excelencia con el esfuerzo que hacemos todos.
Fuente: CLARIN (ir)
Publicidad y marketing
Una campaña global que invita a liberar el potencial del individuo
Avisos, campañas, agencias,American Express impulsa a los socios a sacar más provecho de la vida y de la tarjeta,Avisos, campañas, agencias,
Alberto Borrini
Para LA NACION
Una palabra clave de la publicidad actual es "inspirar", verbo que desborda lo meramente comercial e institucional y se conjuga con aspectos existenciales de las personas; con sus deseos de estímulo, realización y plenitud material que revelan investigaciones de mercado cada vez más profundas.
Un buen ejemplo es la nueva campaña global de American Express, recién estrenada en el país. En ella, la inspiración se traduce en una invitación contenida en el eslogan "Libere su potencial", para obtener más provecho no sólo de la tarjeta, sino también de las experiencias vitales de los socios.
Responde a la calificación de "disruptiva", vocablo profesional que alude a una fractura en la línea publicitaria del servicio, aunque la razón de fondo, personalizarlo mediante la comunicación, no es nueva en la marca. La campaña cubre todos los flancos de acceso a los consumidores, desde los medios convencionales hasta una fuerte presencia en vía pública y originales acciones en Internet.
El despliegue en los periódicos, con páginas enteras y enfrentadas, marcó el tono de la iniciativa. Sobre un fondo negro, una enorme bocha de hierro de las que se utilizan en las demoliciones de edificios hizo estallar la primera sílaba de la palabra "imposible", que, impresa en caracteres catastróficos, asimilaba el anuncio a un afiche.
Casos reales
En televisión, la transformación de los números de las estadísticas de la tarjeta en los nombres de pila de algunos usuarios (Daniel, Marcela) es una metáfora de la personalización. Evoca además los entrañables caleidoscopios infantiles que, con sólo moverlos, generan increíbles composiciones de colores.
"La estética de la campaña remite a los 60, y a su paso por el mundo ha ido recogiendo adhesiones y asociaciones muy curiosas, que han llegado a mencionar antecedentes como la Pantera Rosa", explica Marcela Marchesi, directora de Marketing y Publicidad de la firma.
La publicidad fue desarrollada por Ogilvy & Mather en el Reino Unido y adaptada localmente por la filial nacional de la agencia mundial. Ogilvy Argentina fue la encargada de elegir y adaptar las piezas que mejor se ajustan a la idiosincrasia local. También coordinó la tarea de las agencias participantes: Mindshare, Neo, Interactive y Urban PR.
En gráfica y en televisión, los mensajes hacen hincapié en tres de los rasgos diferenciales que se intenta destacar. La pieza llamada "Reloj" comunica que cuenta con centros de atención telefónica local durante las 24 horas y los 365 días del año para todos los socios en cualquier lugar del planeta. La eliminación del sufijo "im" señala que la palabra "imposible" no existe en el mundo de American Express.
La pieza gráfica "Vuele conmigo" hace referencia al programa Membership Rewards, mediante el cual los socios pueden acceder diariamente a beneficios también diferenciales en rubros como pasajes y otras prestaciones.
"La campaña se basa en casos reales de nuestros asociados y en datos obtenidos en investigaciones propias, que nos permitieron detectar que hoy más que nunca las personas buscan obtener un valor agregado de los productos y servicios que compran", añade Marchesi. El propósito de fondo es demostrar que "somos más que un simple medio de pago".
Una filosofía
Esta idea ya estaba presente en la anterior campaña institucional de American Express, realizada hace dos años con el eslogan "Mucho más que una tarjeta".
La actual es más ambiciosa. Nacida en Gran Bretaña, se está difundiendo también en Australia, Canadá y México. En la Argentina la integran dos comerciales para televisión por cable, de 40 y 20 segundos; varias piezas a insertar en las ediciones dominicales de los grandes periódicos, y carteles en espacios estratégicos de vía pública, como las vidrieras del Museo Renault.
Los títulos de las piezas gráficas hacen más concreta la propuesta del eslogan: "Sea un viajero, no un turista", "No más filas. Lo ayudamos las 24 horas a no estar ahí" y "¿Nos necesitás? Llamanos cuando quieras". El fondo negro y los caracteres en colores vivos unen los mensajes como el hilo de un collar.
Esta particular manera de anunciar, con un pie en lo comercial y otro en lo personal, que tiende a generalizarse (a partir del imperativo categórico de Nike "Just do it", lanzado dos décadas atrás), lleva a preguntarse en qué se ha convertido la publicidad. ¿En una filosofía de vida? ¿Una experiencia mística? ¿O en una fuente de inspiración?
"Es lo más parecido a una filosofía de vida -responde Marchesi-. La prueba más concreta es que ahora lo comercial adquiere fuertes matices sociales y cuenta lo que les pasa a las personas, no sólo a los consumidores."
Fuente: LA NACION (ir)
Los líderes mundiales, envejecidos en una campaña sobre cambio climático
A Greenpeace se le ocurrió mostrar a Obama, Lula, Merkel, Sarkozy y Brown con la apariencia que tendrían en 2020. "Perdón. Podríamos haberlo frenado, pero no lo hicimos", dicen en el afiche.
En los anuncios que cubren el aeropuerto pueden verse imágenes de Lula, Obama Sarkozy, Merkel y otros jefes de Estado tal y como se verían en 2020. (Greenpeace/Christian Slund)
DISCULPAS. Los carteles también esperan la llegada del presidente brasileño Lula da Silva. (Greenpeace/Christian Slund)
Un canoso Zapatero, también se disculpa en los carteles de Greenpeace: 'Lo siento. Podríamos haber detenido un cambio climático catastrófico... pero no lo hicimos'
En este, el primer ministro británico Gordon Brown, en 2020. (Christian Aslund)
Stephen Harper, primer ministro de Canadá, confirmó finalmente su asistencia a la cumbre de Copenhague. (Christian Aslund)
El mensaje de Greenpeace también se dirige a Barack Obama, en el año 2020, cuando ya no se pueda hacer nada contra el cambio climático. (Greenpeace/Christian Slund)
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Greenpeace lanzó una polémica campaña por el cambio climático y envejeció a los líderes mundiales. Así que quien llegue al aeropuerto de Copenhague podrán ver los afiches que muestra las caras de los jefes de Estado de EE.UU., Barack Obama; de Brasil, Lula Da Silva; de Francia, Nicolas Sarkozy; de Alemania, Angela Merkel, de España, José Luis Rodríguez Zapatero, y de Gran Bretaña, Gordon Brown, con una apariencia similar a la que tendrían en el año 2020.
La leyenda de la campaña es "Perdón. Podríamos haber frenado el catastrófico cambio climático, pero no lo hicimos", y se lanza a pocos días de que comience en Copenhague la Cumbre Mundial sobre Cambio Climático.
El próximo lunes se reunirán en la cumbre 98 jefes de Estado y de Gobierno en la capital danesa. El encuentro tiene como objetivo encontrar un acuerdo para combatir el calentamiento global que sustituya al Protocolo de Kioto cuando éste expire en 2012.
Según el Grupo Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC, por su sigla en inglés), los países industrializados deben reducir sus emisiones entre un 25 y un 40 por ciento en 2020 respecto a 1990 para que el calentamiento global no supere los dos grados sobre la época preindustria.
Fuente: CLARIN.com (ir)
MEDIOS Y COMUNICACION
La brecha cognitiva
Por Luciano Sanguinetti (*)
Tengo un amigo que se hizo a pulmón una casita en la playa. Para ser más precisos, en Chapadmalal, a unas treinta cuadras de los viejos hoteles de Perón. El año pasado pasé con su familia y una parte de la mía una semana. Como la playa no está cerca íbamos en bicicleta, a veces caminando. La pasamos bien, y varias veces fuimos temprano con el termo y el mate a desayunar tirados en la arena. A esa hora de la mañana, y ante los imponentes hoteles y algunos surfistas desprevenidos, las reflexiones eran inexorables.
A mi amigo le gusta filosofar y, como imaginarán, llegó a la misma conclusión que todos: es probable que no haya lugar más lindo de la costa argentina y Perón hizo ahí la famosa residencia presidencial y los vastos hoteles con la convicción de que los pobres se merecen la misma semana de descanso que el presidente.
Hoy en día aquella infraestructura permanece casi intacta como testimonio de las políticas sociales igualadoras del primer peronismo sin que haya habido hasta el momento política social que la supere. Aquella Argentina increíble todavía perdura en la memoria como un mito, incluso para los que no la vivimos; como si esos hoteles fueran el vestigio arqueológico de una civilización perdida.
Cuando la semana pasada escuché la profusa difusión que se le dio en las radios porteñas al plan de conectividad Ceibal de la república uruguaya recordé de inmediato el viejo (cinco años en el campo de las tecnologías de información y comunicación es demasiado) informe de Unesco sobre educación que lamentablemente pasó casi inadvertido. Publicado en el 2005, lleva un título pomposo “Hacia las sociedades del conocimiento”. Sin embargo, de algún modo es una elegante admisión de los errores de diagnóstico producidos tanto por la misma institución como por otros organismos multilaterales que durante la última década nos inundaron con eslóganes y programas seudo rigurosos sobre la mal llamada Sociedad de la Información. En ese texto, cientistas sociales de los más diversos países y especialistas internacionales reconocen y advierten que la tan mentada brecha digital es una falacia si no superamos a su vez la llamada brecha cognitiva. Palabras más palabras menos, los especialistas del mundo reconocen que no basta con conectar a individuos y pueblos a las redes de información si no impulsamos complementariamente una apropiación de esa información transformándola en conocimiento. Para eso los especialistas vuelven a mencionar a las instituciones educativas como elementos fundamentales.
En este sentido, el Plan Ceibal da en el blanco. Ceibal, además de referir al árbol nacional uruguayo, es la sigla de Conectividad Educativa de Informática Básica para el Aprendizaje en Línea que desarrollan una serie de organismos nacionales bajo la directa iniciativa del presidente Tabaré Vázquez, sobre la base del proyecto impulsado por Nicholas Negroponte del MIT.
No estamos aquí para justificarnos con que el plan uruguayo es factible por la reducción de su territorio, que la gran masa urbana de ese vecino país se congrega en unas pocas grandes ciudades, que su población escolar es casi la misma que la de La Matanza, que el nivel de conectividad es menor que en la Argentina.
Lo cierto es que ellos lo lograron. Que vienen trabajando hace tres años en forma sostenida y coordinada y allí están los logros. Sin embargo, tampoco tenemos que negar lo que ya hemos hechos nosotros. Tenemos hace varios años el portal educativo Educ.ar funcionando con óptimos resultados, hace tres años se puso en el aire la primera señal educativa Encuentro, hoy de referencia en toda América latina. En algunas provincias, como es el caso de San Luis, ya tienen wifi en todas las escuelas, y en otras, como puede ser el caso de la provincia de Buenos Aires, se ha probado que el Estado puede producir textos escolares en formato virtual de libre acceso.
¿Qué nos falta?
Básicamente la coordinación y sistematización de un plan de conectividad que reconozca y articule todas las particularidades de nuestro territorio geográfico y cultural. Pero también una convicción.
(*) Docente e investigador. Facultad de Periodismo y Comunicación Social. UNLP.
Fuente: PAGINA/12 (ir)
MEDIOS Y COMUNICACION
Los otros relatos
Por Omar López (*)
El relato de la oposición al Gobierno se parece a bombas de racimo que atraviesan la sociedad. Es una siembra caótica que se actualiza a diario con nuevas denuncias y temores sobre un país dirigido al abismo por una banda descontrolada.
Del día a la noche las graves noticias se renuevan como la piel de la serpiente, con el mismo vértigo y malicia, sin comprobante de veracidad. Las historias comienzan y terminan aunque mantienen en los roles protagónicos a los mismos referentes de la gran liga conservadora. Pareciera que los relatos alcanzan la cúspide de la ficción por una sociedad adicta a dicho consumo, afectada por la “rutinización” de la indiferencia ética y el aplanamiento de los valores sin distinguir diferencias entre lo legítimo y lo falso, entre lo contingente y lo necesario. También puede que la ficción de la que hablo sea el sentido de lo real, el entendimiento de lo real, producido por una cultura dominante que se apropió de los maléficos comunes sentidos.
Esa propiedad de los sentidos debe quedarse en el corralito de la realidad, mediada por los monopolios de la comunicación que pretenden hegemonizar su razonamiento y el sentido de su derecho, haciendo casi imposible pensar con autonomía frente a los medios. La señora Legrand habla del hambre de los pobres con ricos y famosos y la admisión a la mesa de sus manjares y saberes es el encendido del aparato. La farándula editorializa sobre la inseguridad. Divas en conserva, “tinellescos” y empresarios periodísticos enriquecidos durante el menemato reclaman seguridad ante la invasora movilización de los pobres, piden pena capital a los marginales generados por la implacable miseria impuesta por un sistema que los sigue auspiciando.
¿Cómo exponer una devolución clara de que hay otra razón? La producción de argumentos y sentidos implica un desafío superior en el cruce de ideas en la batalla por una democracia informativa y nos demanda volver a pensar la comunicación, nuestra gramática e investigación, las líneas argumentales y el lugar desde dónde construirlas; abrir nuevos e intensos espacios y valores para despertar con otro relato la legitimación de los derechos. Nicolás Casullo sostiene la importancia de la producción cultural “como planeta donde la política lidia por su vida entre su final y su comienzo, pensar la política es pensar culturalmente una pospolítica, situación donde muchas señales e ideas de las cosas se deslizan de sus casilleros reconocidos hacia otros inhabitados”.
Tal vez Casullo nos incite a un cambio de observación, a un viaje a los significados y precarios equilibrios de los contrarios en disputa que muestran fisuras de orden cultural y político.
Reducir el ataque mediático al Gobierno por un recorte de sus monopolios o pensar en el poder referencial de la farándula sería boxear con la sombra. Se trata de una batalla política de ideas; el desarme ideológico de la burguesía que aplaudió el remate del país, genocidio mediante, y que hoy reacciona cuando se propone discutir su riqueza y sentido democrático. Tan importante como desapropiar al pueblo de la ética de su explotador y resignificar su identidad cultural.
Examinemos el proceso de las burguesías como capataces de los bienes del gran capitalismo global, su construcción cultural y política desde el golpe de Estado de 1976, su apropiación, el desplazamiento de la moral pública y la criadilla menemista. Osvaldo Soriano escribió sobre Menem que “el mayor daño que le ha hecho al país es legitimar la idea de que un candidato puede prometer cualquier cosa y hacer otra diametralmente opuesta” (domingo 30 de diciembre 1990, “El vestíbulo del infierno”, nota de opinión que analiza los indultos a Mario Firmenich y a los criminales de la dictadura).
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) manifestó su “preocupación por el agravamiento del clima oficial respecto de la libertad de prensa”, advertencia repetida desde su creación en Cuba en 1943, con el auspicio del dictador Fulgencio Batista, y con la participación como fundadores, entre otros, de los agentes de la CIA Jules Dubois y Joshua Powers y del funcionario del Departamento de Estado Tom Wallace. Documentos desclasificados de la CIA en 1999 demuestran los vínculos entre la CIA y la SIP, tal como aconteció en los años de las dictaduras fascistas de Pinochet en Chile, Videla en la Argentina, Somoza en Nicaragua, Stroessner en Paraguay o de las dictaduras en Brasil tras el derrocamiento de Joao Goulart. Ante cada golpe al estado de derecho, la SIP alzó su preocupación “por el agravamiento del clima oficial de la libertad de prensa y el hostigamiento hacia los medios”, sus empresas. Su empleado estandarte convoca a marchar por la vida y sin cortes de calles como dicta el manual de la resignación, esperanza de los vencidos.
(*) Periodista. Conductor de Mate Amargo.
Fuente: PAGINA/12 (ir)
GOLPE A LOS FABRICANTES ARGENTINOS JUSTO ANTES DE LAS FIESTAS
Brasil aplica el "ojo por ojo" y frenaría el ingreso de juguetes
Utiliza el mismo régimen de "licencias no automáticas" que impone la Argentina.
Por: Eleonora Gosman
En el Ministerio de Desarrollo de Brasil se decidió aplicar con Argentina el criterio de "ojo por ojo, diente por diente". Ayer, un funcionario de esa cartera, el secretario de Comercio Exterior Walter Barral, informó de una medida que afectará las ventas de juguetes argentinos en el mercado brasileño. Dijo que se lo había anticipado antes de ayer por la noche a la ministra de la Producción Débora Giorgi.
La medida, que entraría en vigencia dentro de 15 días, pasa a imponer licencias no automáticas de importación -por parte de empresarios brasileños- a todos los productos de juguetería que procedan de fábricas argentinas. Según indicó Barral, un funcionario que jamás tuvo la más mínima simpatía por el gobierno de Cristina Kirchner, los permisos para importar podrían demorarse no menos de 60 días, con lo cual salen del mercado brasileño en Navidad, Año Nuevo y Reyes, la época de mayor efervescencia consumidora. Afecta a 40 rubros jugueteros de la Argentina. "El principio fundamental de las relaciones internacionales es la reciprocidad. Y Brasil adoptará esa regla respecto de cualquier socio comercial. Quien quiera acceso al mercado brasileño tiene que garantizar acceso a su mercado" sentenció Barral.
En realidad es una vendetta. Ocurre que pocos días atrás desde las oficinas de Giorgi salió una disposición: la de exigir a los exportadores brasileños la certificación técnica emitida por ANMAT. Según los brasileños, esto dificultó la venta de juguetes.
Barral afirmó que cualquier restricción que imponga Argentina será respondida "con la misma moneda". Este es apenas el preámbulo de las discusiones que se avecinan. Había una intención de reunir a los ministros del área económica de los dos países, cada 45 días, para monitorear la evolución del comercio. Se tomó durante el viaje de Cristina Kirchner a Brasilia, a mediados de noviembre. En ese mismo encuentro, los diplomáticos de los dos países lograron una posición que parecía tender a la solución de los conflictos comerciales: Argentina limitaría a lo estrictamente establecido por las normas internacionales en la aplicación de los permisos de importación y Brasil no replicaría a esas medidas con penalidades semejantes, al menos, no sin aviso previo.
Pero en Brasilia hay un principio de hartazgo que en Buenos Aires parecen no haber percibido, a pesar que el presidente Lula da Silva fue bastante enfático en ese punto en el encuentro que tuvo con Cristina Kirchner.
Fuente: CLARIN (ir)
Es necesario detener la desertificación provocada por el hombre
La destrucción de nuestros suelos
Alberto de las Carreras (*)
Para LA NACION
EN semanas recientes, la televisión y los medios gráficos han mostrado una sobrecogedora imagen de importantes regiones oscurecidas, en pleno día, por el polvo que arrastraba el viento en campos resecos, desnudos, después de tres años de desoladora sequía. Mucho más que el daño a los cultivos o la mortandad de ganado, en sí mismos muy trascendentes, lo que ocurre es una formidable pérdida de valor de nuestro capital más preciado, la tierra fértil. Una corta frase, reiteradamente expresada por el norteamericano Hugh Hammond Bennet, considerado el padre de la conservación de los suelos de EE.UU. y del mundo, lo dice todo: "Una fina capa de la superficie del suelo es lo que yace entre nosotros y el desastre". Y esa capa es la que aquí está volando en la atmósfera, barrida por el viento con destino incierto e inútil, muy a menudo hacia el océano que nos rodea.
El hecho no es nuevo, aunque en el caso presente es de una intensidad que registra pocos antecedentes. Tres son los fenómenos lesivos de la capacidad productiva de nuestros suelos, a saber: la erosión eólica, que estamos viviendo con la intensidad antedicha; la hídrica, por el efecto de arrastre del suelo, agravado en casos de topografía irregular, y la provocada por la salinización en las zonas de regadío. Todas ellas han tenido lugar desde el nacimiento de la producción rural aquí y en el mundo.
Una experiencia inigualable al respecto ocurrió en EE.UU. durante la década de 1930 en las planicies centrales del país, con motivo de una larga sequía en el contexto de un monocultivo de trigo con métodos de labranza inadecuados. De pronto, en medio de fuertes vientos se formaron inmensas y densas nubes de polvo que cubrieron buena parte de las viviendas, soterraron automóviles y maquinarias y obligaron a los pobladores a sellar sus puertas y ventanas para sobrevivir. Se le llamó el Dust Bowl, Cuenca de Polvo en español, expresado habitualmente con mayúscula por considerarlo un desastre ecológico no conocido hasta entonces en este sector, y tampoco después.
Tal fue la situación emergente que gran cantidad de propiedades rurales fueron abandonadas, dando lugar a una emigración masiva hacia otros estados, del orden de los tres millones de personas. Una famosa novela titulada Viñas de ira , del escritor John Steinbeck, llevada al cine, dio testimonio de aquella masiva y trágica migración. El entonces presidente Franklin Roosevelt, bajo cuya administración tuvo lugar el famoso New Deal , decidió crear una rama de su administración destinada al desarrollo de programas conservacionistas, a cuyo frente puso al ya mencionado Hugh Bennet.
Se plantaron 200 millones de árboles, se crearon cuerpos especializados en la lucha contra la erosión, conducidos por expertos profesionales, se impulsaron sistemas de labranza amigables con el suelo, se propició la rotación de los cultivos, se sembraron pastizales y se desarrollaron sistemas de pastoreo, todo ello con adecuados recursos del erario público. Hoy, el farm bill , la ley agrícola norteamericana, mantiene programas de conservación en zonas de riesgo de erosión.
En nuestro país la preocupación por la conservación de los suelos cobró impulso con la fundación del INTA, en 1956, y de los grupos Crea, a partir de 1957, actualmente con 192 grupos activos que cubren 4 millones de hectáreas. En estas instituciones brillaron los ingenieros agrónomos Guillermo Covas y Jorge Molina, quien, con la participación de Carlos Sauberan, creó la Asociación de Amigos del Suelo. Sus ideas y las de quienes los acompañaron y sucedieron dieron lugar a un impetuoso movimiento representado por la Asociación Argentina de Productores de Siembra Directa (Aapresid), destinada a perfeccionar y difundir el sistema de siembra directa, consistente en una modificación de los métodos de labranza basados en incorporar los rastrojos al suelo de manera de lograr la formación de humus, componente vitalizador del suelo.
La complementación de la siembra directa con la rotación de los cultivos y su fertilización ha obtenido ganancias sustanciales de rendimientos, reducción de costos y mayor retención de la humedad, factor decisivo en épocas de sequía. En los relativamente pocos años desde la fundación de esta entidad se ha logrado cubrir, con este sistema, unas 25 millones de hectáreas de cereales y oleaginosas, de las 30 millones que se cultivan en el país. La siembra directa ha desterrado el uso del tradicional arado, transformado virtualmente en una pieza de museo.
Lo que estamos viendo hoy en los campos del extremo sur bonaerense es la transformación de un suelo de por sí frágil en médanos, verdaderos desiertos donde esa fina capa de suelo fértil desapareció. La arena subyacente arrastrada por el viento se fue acumulando ante cualquier obstáculo, por ejemplo los alambrados, que entonces dejaron de cumplir esa función, permitiendo el paso de animales de un potrero a otro, vagando en busca de alimentos que habitualmente no encuentran. El partido de Patagones, poblado anteriormente con 490.000 cabezas vacunas, aloja hoy sólo 170.000. La diferencia migró hacia otras regiones, alimentó la faena o bien murió en su desesperada búsqueda de alimentos o agua para beber. No se limita a esta región el descalabro comentado. En la provincia de Córdoba, el lecho seco del lago San Roque es motivo de variadas actividades deportivas. El polvo vuela también en una vasta zona cordobesa, en el oeste bonaerense y también en La Pampa y el norte patagónico.
El cambio climático sería la causa de alteraciones del régimen de lluvias, acompañadas por frecuentes granizadas, de cambios de las temperaturas reinantes y de la fuerza de los vientos transformados en armas destructivas. Lo más arriba descripto no es sin embargo novedoso, como lo muestra el Dust Bowl o, entre otras, las erosiones que describió Florentino Ameghino en Sequías e inundaciones en la provincia de Buenos Aires. O también la expansión de los desiertos que pueblan el planeta, como es, por ejemplo, el caso de la expansión del Sahara, fruto amargo de la insensata actividad de sus pobladores. Se verá si la Conferencia del Cambio Climático aporta esperanzas de frenar los desequilibrios mencionados.
Sea como fuere, resulta imperativo detener la devastación de nuestros suelos, haciendo, a nuestra manera, con métodos e ideas propios, lo que hizo el gran país americano hace tres cuartos de siglo. La desoladora experiencia que azotó a esa nación no sólo sirvió a ese país, sino a todos en el mundo. El formidable capital que representa nuestra tierra no puede quedar expuesto a la reiteración e intensificación de tormentas y meteoros que se llevan esa invalorable riqueza. El Estado y los privados deben ser socios de este convocante esfuerzo conservacionista y reparador de lo dañado por esta sequía, por otras anteriores y por desacertadas e indiferentes actitudes del pasado.
Los productores están mostrando, en Crea y Aapresid, su voluntad y esfuerzo. El INTA también. El Estado tiene obligaciones adicionales. Por un lado, deberá disponer de programas de conservación dotados de importantes recursos humanos y económicos para situaciones de emergencia, que hasta ahora han sido insuficientes y pobremente administrados. Por otro, el Gobierno deberá recomponer su relación con los productores, abandonando actitudes confrontativas y excesos tributarios que en nada contribuyen a la armonía indispensable para el desempeño de una organización de fines tan importantes como los mencionados. © La Nacion
(*) El autor es miembro de la Academia de Agronomía y Veterinaria
Fuente: LA NACION (ir)
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