martes 03 de noviembre de 2009




DE GRIPEs Y PAROS
Otro año en que no se cumplen 180 días de clases
En provincia de Buenos Aires y en Capital no prevén agregar más días para recuperar. En Jujuy, irán a la escuela hasta el 23 de diciembre.
CRITICA DE LA ARGENTINA


Mitos y realidades
El menú de la integración
Mientras que algunos países mantienen una profusa agenda de acuerdos comerciales, otros se mantienen reticentes. Consecuencias en el comercio regional

Marcelo Halperin
LA NACION, Suplemento COMERCIO EXTERIOR

Notas al pie
Requisitos que no deberían faltar en los tratados comerciales

LA NACION, Suplemento COMERCIO EXTERIOR

Puerto franco
El medio ambiente, una nueva barrera proteccionista
Emilano Galli

LA NACION, Suplemento COMERCIO EXTERIOR

Inversión británica
"El desafío aquí es el clima de inversión"
Andrew Cahn elogió a Chile, pero dijo, de todos modos, que en la Argentina hay buenas oportunidades
Florencia Carbone
LA NACION, Suplemento COMERCIO EXTERIOR

La entrevista
Crónica de un aumento de tarifas anunciado
Jeppe Frandsen, director de Maersk Line, anunció una suba de casi 50% para los fletes de la costa este de América del Sur
Emiliano Galli
LA NACION, Suplemento COMERCIO EXTERIOR

LA PAUTA DEL GOBIERNO PERMITIÓ AL SECTOR ALCANZAR UN MODERADO CRECIMIENTO DURANTE LO QUE VA DEL AÑO
Política y fútbol oficial salvan el negocio de la publicidad
Davida Cayón

EL CRONISTA COMERCIAL

Una tendencia mundial
Las marcas apuntan a los pobres
Los consumidores emergentes se convirtieron en el principal objetivo de las empresas
Alfredo Sainz
LA NACION

Vacío y desconcierto en el mundo empresario sobre el futuro social, político y económico del país
Julián A. de Diego

EL CRONISTA COMERCIAL



DE GRIPEs Y PAROS
Otro año en que no se cumplen 180 días de clases
En provincia de Buenos Aires y en Capital no prevén agregar más días para recuperar. En Jujuy, irán a la escuela hasta el 23 de diciembre.



A los libros.
El Consejo Federal de Educación suspendió las jornadas de capacitación docente para recuperar los días perdidos por la Gripe A. (Télam)

La Ley Nacional de Educación que se aprobó en 2006, impulsada por el entonces ministro Daniel Filmus, resolvió que el calendario escolar tuviera 180 días de clases. Ni uno más, ni uno menos. Sin embargo, la norma rara vez se cumplió y este 2009 se perfila como uno de los años donde menos días de clases hubo en la última década. Las huelgas de los maestros –como suceden todos los años, sin solución aparente– sumadas a los quince días de receso por la gripe A son la causa principal del incumplimiento. El calendario sufrió más de un vaivén y los alumnos de las diferentes jurisdicciones de la Argentina no cumplirán –otra vez– la tan mentada y obligatoria cantidad de jornadas dentro de sus escuelas: en algunos distritos se llega hasta 17 días menos, lo que representa casi un mes sin ir a la escuela, si se cuentan sólo los días hábiles.

“No tenemos pensado por el momento extender el ciclo lectivo. Eso fue descartado a mitad de año con el receso por la gripe”, dijo una fuente de la Dirección de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, donde hay 4,5 millones de alumnos. En ese distrito, los 180 días de clases se cumplieron sólo en 2002, cuando hubo 183 jornadas. En 2003, la meta no llegó por un día (fueron 179), y lo mismo ocurrió en 2004 (con 163). Este 2009, una fuente cercana al director de Educación bonaerense, Mario Oporto, reconoció: “La diferencia es que la epidemia de gripe A no fue un hecho común y corriente, es algo que sucedió de manera atípica y pensamos que no volverá a ocurrir. En cambio, los paros si son algo que puede evitarse y que afecta el desarrollo de las clases”.

El ciclo lectivo en la provincia arrancó el 3 de marzo, aunque estaba pautado para el 2. Lo impidió una huelga de maestros. El final, para todos los niveles y las modalidades educativas, será el 15 de diciembre. Al comienzo se había previsto un calendario de 185 días, de los que sólo se cumplirán de manera efectiva 168. Los alumnos bonaerenses sufrieron cinco días de paro en marzo, uno la semana pasada, se confirmó que el martes habrá otra huelga y los quince días de receso por el virus H1N1: 17 días menos en total.

En la ciudad de Buenos Aires, el panorama no es muy diferente a la provincia: la semana pasada arrancó la sexta medida de fuerza en lo que va del año y los casi 700 mil estudiantes porteños también tuvieron quince días de receso. Son 16 días en total sin ir a la escuela. El calendario comenzó el 2 de marzo y se prevé que termine el 17 de diciembre. Un día antes del paro del miércoles, el mismo jefe de Gabinete de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, admitió en un programa de televisión que si los docentes continúan con las huelgas van a tener que extender las clases hasta Navidad. El ciclo lectivo estaba previsto para 182 días de clases, sólo que los vaivenes de la gripe y los paros dejaron sólo 167 jornadas. “Ésta fue una situación que se dio en toda la Argentina, sólo que el Gobierno de la Ciudad resolvió quitar las vacaciones que tenía previstas para octubre y que en el resto de las jurisdicciones no estaba pautada. Los días recuperados fueron porque levantamos las jornadas institucionales o de capacitación”, reconoció un funcionario del Ministerio.

El Consejo Federal de Educación acordó levantar los feriados locales y las jornadas de capacitación pasaron para febrero de 2010. Fue por la situación que se dio ante la epidemia y el receso obligado de las escuelas. Sólo algunas provincias se animaron a agregar clases y trabajarán en pleno diciembre: Catamarca (tenía que terminar el 4 de diciembre y lo hará el 11), Corrientes y Río Negro (terminaban el 11 y ahora lo harán el 18) y Jujuy (terminaba el 11 y ahora lo harán el 23). Una fuente cercana al ministro bonaerense se defendió: “En la provincia de Buenos Aires, el año pasado se extendieron una semana por la cantidad de paros docentes y terminaron recién el 19 de diciembre. Los 180 días obligatorios son una meta a cumplir, pero también hay que pensar de qué manera se aprovecha el tiempo en el aula y que se cumplan realmente los contenidos pedagógicos de manera efectiva”.


Fuente: CRITICA DE LA ARGENTINA (ir)

Mitos y realidades
El menú de la integración
Mientras que algunos países mantienen una profusa agenda de acuerdos comerciales, otros se mantienen reticentes. Consecuencias en el comercio regional

Por Marcelo Halperin (*)
Para LA NACION

De forma paralela a la tendencia mundial, cada vez más países latinoamericanos negocian y suscriben "acuerdos de libre comercio" (ALC) con países desarrollados y entre sí. Otros países de la región, en cambio, se muestran reticentes. Algunos de ellos, sin embargo, ya insinúan la intención de sumarse a la tendencia. En otros, como es el caso de la Argentina, prevalecen muestras de animadversión. Por eso estimamos útil explorar cuáles serían los motivos de semejante difusión de los ALC, su impacto en las economías involucradas y las consecuencias sobre terceros mercados.

¿Por qué proliferan?

Proliferan porque son compatibles con las condiciones impuestas por la globalización, que no es sinónimo de "libre comercio", pese a una simplificación muy generalizada.

Globalización significa que la interdependencia económica de los mercados es ya inevitable por la magnitud del acelerado desarrollo tecnológico y debido al ritmo con que se suceden -de manera vertiginosa- las fases o etapas en ese desarrollo.

Así lo indica la corta vida de los estándares que prevalecen en el plano internacional dentro de las actividades de producción, transporte, telecomunicaciones y comercio de bienes y servicios. Esas condiciones plantean un desafío para los Estados y las empresas, porque las tecnologías que impulsan la globalización configuran oportunidades pero también amenazas. Los ALC son un recurso intergubernamental apto para responder al desafío en una escala controlada y selectiva, por pares o grupos de países maximizando, por un lado, oportunidades a través de la articulación de los sistemas productivos, y ofreciendo, por el otro, la vía para reducir amenazas mediante el reconocimiento recíproco de condicionalidades y excepciones.

Ahora bien, ¿qué cualidades les permiten a los ALC afrontar el complejo desafío de la globalización? En principio, la operatividad o ejecutividad de los compromisos asumidos.

La operatividad está garantizada por la aplicación inmediata y el efecto directo de los compromisos asumidos, no bien el ALC entra en vigor. "Aplicación inmediata" implica la inexistencia de mediaciones institucionales (ya sean instancias comunitarias, intergubernamentales o nacionales) para la aplicación de lo acordado. Y "efecto directo" implica exigibilidad, esto es, derecho de los particulares para recurrir a la vía jurisdiccional en el país de su residencia frente a los eventuales incumplimientos de lo pactado, así como el derecho de los Estados partes para recurrir a las vías previstas en los sistemas de solución de diferencias que contemplan los mismos acuerdos.

La segunda cualidad de los ALC es la transparencia de sus disposiciones. A diferencia de otras fuentes internacionales, las disposiciones de los ALC carecen de retórica: por el contrario, sus reglas tienen la visibilidad necesaria para garantizar la operatividad.

En determinadas materias esta visibilidad queda reflejada por la precisión de la materia negociada (listas de concesiones y excepciones; requisitos de origen, entre otros). En otras materias la visibilidad consiste en un exhaustivo régimen de publicidad (para adoptar salvaguardias, medidas antidumping, derechos compensatorios, entre otras acciones), lo que incluye el derecho de los particulares a impugnar en instancias administrativas y judiciales.

Asimismo, los ALC fijan procedimientos que regulan la introducción de modificaciones de lo acordado inicialmente, así como el acceso a mecanismos de consulta y el recurso al arbitraje. Y por último son explicitados criterios interpretativos para una variedad de cuestiones, respaldados por la ya profusa jurisprudencia del Sistema de Solución de Controversias de la Organización Mundial de Comercio (OMC).

La tercera cualidad es la tan reclamada confiabilidad, previsión o seguridad jurídica, que no pueden concebirse sin las anteriores: operatividad y transparencia.

Requisitos y prevenciones

¿Cuáles son los requisitos para una negociación fructífera del ALC y, en ese sentido, cuáles son las precauciones que deben adoptar los gobiernos?

El primer requisito consiste en disponer de la capacidad política para definir cuáles serán, a los efectos de la negociación, las áreas y los sectores considerados prioritarios, en unos casos con vistas a la penetración en los mercados y en otros para protegerlas de los riesgos de la competencia internacional.

Definir prioridades en este marco implica contar con análisis anticipatorios de amplio espectro. Semejante amplitud debe entenderse desde dos puntos de vista. En primer lugar, es indispensable poder predecir, estimativamente, posibles impactos de los resultados de la negociación, al menos en los puntos más sensibles de la interdependencia actual, sobre determinadas variables económicas y sociales del país. Luego, es necesario ponderar márgenes de maniobra para encarar una negociación fructífera.

El segundo requisito, en el caso de los países en desarrollo que deben negociar con países desarrollados y con otros países en desarrollo pero de mayor nivel que el propio, es saber incorporar a la negociación la experiencia internacional disponible, a fin de neutralizar mediante dispositivos y cláusulas adecuadas el efecto de las disparidades estructurales sobre los flujos comerciales y de inversión esperadas con el ALC.

En tal sentido, se supone que los ALC tienen por objeto mejorar y no empeorar, en la relación bilateral, el desempeño de las economías de menor desarrollo relativo. Para ello habrán de incluirse cláusulas que promuevan la articulación "real" de las actividades nominalmente beneficiadas con concesiones (ver aparte, en "Cláusulas"). Y por otro lado son indispensables otros dispositivos y cláusulas para inhibir los efectos adversos de los compromisos contraídos.

El tercer requisito es la organización de equipos de negociadores y técnicos con la idoneidad suficiente como para obtener resultados acordes con lo programado.

En este punto parece oportuno destacar que la misma globalización amplifica tanto los costos como los beneficios de los ALC. Así, luego de haber formalizado los primeros acuerdos de este tipo, distintos países latinoamericanos han reproducido sus esquemas de negociación multiplicando compromisos en otros ALC para diversificar las posibilidades de acceso a mercados y también con el fin de uniformar los alcances de distintas excepciones, restricciones o limitaciones para proveedores extranjeros (ver "Extrarregionales").

La multiplicación de los ALC constituye una semilla de convergencia de acciones de complementación económica, que pueden resultar provechosas para países en desarrollo cuyos compromisos incluyan la suscripción de ALC con otros países en desarrollo dentro de un mismo marco regional y, simultáneamente, la concertación de ALC con países desarrollados.

¿Tiene costos para un país la reticencia sistemática de sus gobiernos a negociar ALC con otros países con los cuales existe una significativa interdependencia comercial y económica?

Costos de no negociar

Sobre la base de lo expuesto, deberían presumirse costos. Más aún, serían acumulativos en la medida en que se multiplicaran los ALC en el contexto económico y comercial del país reticente. Pero la estimación de costos de oportunidad globales respecto de un eventual ALC difícilmente pueda superar un modesto nivel de aproximación, pues resulta engorroso aventurar que un hipotético ALC (nunca negociado con un país determinado) hubiera podido alterar favorablemente el sesgo de las transacciones comerciales e inversiones actuales desde y hacia ese destino y por determinados conceptos (precio, calidad, envergadura de las operaciones).

Pero si se deja de lado la pretensión de estimar costos globales y el análisis en cambio focaliza determinados flujos comerciales o inversiones de especial interés para el país examinado, la exploración de costos puede ser más tangible.

En esta línea, sería útil enriquecer el análisis de la situación de un país en desarrollo "A" reacio a negociar un ALC, incorporando una comparación en dos tiempos con un país en desarrollo "B", con el cual "A" se relaciona comercial y económicamente de manera significativa en determinados rubros.

El primer tiempo del análisis "A-B" sería el antes de la firma de un ALC por parte de "B" con un tercer país "C", desarrollado o de mayor nivel de desarrollo relativo. El segundo tiempo del análisis "A-B" sería el posterior a esa suscripción, con dicho ALC en pleno vigor.

Como objeto de comparación podrían seleccionarse rubros actual o potencialmente relevantes en la relación entre "A" y "B", sobre los que el país "B" hubiera obtenido la posibilidad de acceder en condiciones ventajosas de precio, calidad, seguridad o inocuidad a materias primas, insumos, inversiones o tecnología, gracias a su ALC con el país "C". ¿No cabría entonces esperar ciertas repercusiones de esos cambios sobre la relación comercial y económica entre "A" y "B"?

Costos cualitativos

Por último, han de contemplarse los costos "cualitativos" de oportunidad imputables a la carencia de marcos de seguridad jurídica como son, precisamente, los que suministran los ALC para una amplia gama de actividades económicas, según se sugirió más arriba.

El problema metodológico consiste en detectar el momento y las circunstancias a partir de las cuales esos costos podrían cuantificarse. Pero la dificultad metodológica no justifica la desconsideración de aquellos aspectos cualitativos en el punto de partida de cualquier análisis con pretensiones de consistencia.

(*) El autor es docente e investigador del Instituto de Integración Latinoamericana de la Universidad Nacional de La Plata.



Fuente: Suplemento COMERCIO EXTERIOR, LA NACION (ir)

Notas al pie
Requisitos que no deberían faltar en los tratados comerciales

Uruguay es un caso paradigmático dentro del Mercosur tanto por las declaraciones de funcionarios como por el progresivo acercamiento a instancias negociadoras con Estados Unidos. Menos difundido es el caso de Brasil, que, sin embargo, se muestra proclive a despegarse de las formalidades de la hipotética unión aduanera (por ejemplo, al amparo del acuerdo de alcance parcial en Aladi, que prevé una futura zona de libre comercio Mercosur-México, Brasil celebró un pretencioso acuerdo bilateral con ese país y con la intención de renegociarlo para su profundización).

Simultáneamente, se insinúa en Brasil la posibilidad de revisar su tradicional oposición a suscribir acuerdos de promoción y protección de inversiones debido a la necesidad de proteger a empresas brasileñas con inversiones directas en el exterior. Por otro lado son conocidas las conversaciones con China y la India, que auguran una perspectiva de negociación comercial trilateral, mientras progresan las tratativas para concertar la zona de libre comercio con la Unión Europea, no necesariamente a título de Mercosur.

Cláusulas

En la lista de cláusulas que ayudarían a promover una articulación real de las actividades, beneficiadas con concesiones, no puede faltar un adecuado manejo del criterio de acumulación en la calificación de origen de mercaderías beneficiadas con preferencias, a fin de utilizar en su elaboración materias primas e insumos provistos por terceros países cuyas actividades productivas estén a su vez integradas con las del país que obtiene la preferencia. Respecto de las cláusulas para inhibir efectos adversos, debería figurar un régimen de evaluación periódica de resultados de los flujos comerciales y de inversión a partir de la entrada en vigor del ALC, con la posibilidad de reformular los términos de la negociación inicial.

Otra previsión sería la "cláusula de desarrollo", para indicar el derecho a encapsular, suspender o dejar sin efecto preferencias otorgadas al país de mayor desarrollo cuando esas preferencias pasen a obstaculizar las innovaciones e investigaciones industriales en el país de menor desarrollo relativo (conforme la propuesta del Consejo Industrial del Mercosur -CIM- en el VII Foro Empresarial de las Américas a iniciativa de la Confederación Nacional de la Industria -CNI- de Brasil).

Extrarregionales

Recorriendo el mapa latinoamericano saltan a la luz ejemplos de la progresiva difusión de ALC con países extrarregionales. Sin mencionar los acuerdos preferenciales que no llegan a englobar lo sustancial del comercio, citamos a continuación las fechas de firma de los ALC más destacados. México tuvo su primera experiencia con Estados Unidos y Canadá en el Nafta (1992) y luego celebró compromisos con la Unión Europea (UE, 2000) y Japón (2004), entre otros países. Chile cerró su negociación con Canadá (1996) y más tarde sumó compromisos similares con la UE (2002), Corea (2003), Estados Unidos (2003), China (2005), Nueva Zelanda-Singapur y Brunei (2005), Japón (2007) y Australia (2008). Perú cerró su acuerdo con Estados Unidos en 2006 y luego con Canadá (2008), China (que a la fecha no ha entrado en vigencia) y Singapur (2008). A Costa Rica lo impulsaron su acuerdo con Canadá (2001) y los cambios que debió introducir en su legislación para ingresar al Cafta, estando actualmente avanzadas sus tratativas con China. Los países centroamericanos y la República Dominicana concluyeron de negociar el Cafta-DR con Estados Unidos en 2004, en tanto que los países caribeños bajo la sigla Cariforum (Caricom) suscribieron su ALC con la UE en 2008, que se encuentra en una instancia de vigencia provisional.


Fuente: Suplemento COMERCIO EXTERIOR, LA NACION (ir)


Puerto franco
El medio ambiente, una nueva barrera proteccionista

Por Emilano Galli

Por defecto, los países que más industrializada tienen sus economías son los que más han contaminado la atmósfera con la emisión de gases contaminantes.

Son también los que tienen la obligación moral de reducir el impacto ambiental que su aparato productivo genera.

Pero hay un riesgo de que, a pesar de todo, sean los primeros en imponer medidas que oficien de barreras paraarancelarias a los bienes producidos de terceros países.

Y el comercio demostró que la protección de industria no reconoce grado de desarrollo, habida cuenta del nivel con que naciones poderosas, o la más poderosa e industrializada del mundo, resguarda una industria como la del algodón, que perjudica y distorsiona de forma directa a naciones que tienen en el cultivo su principal fuente de divisas y de empleo, como sucede con algunos países subdesarrollados de Africa.

El temor es que a la hora de ponerle números al daño que se le hace al planeta las variables que entran en consideración van desde el "humo de las fábricas" hasta el "humo del transporte".

Los países exportadores que estén lejos de sus mercados principales y de los centros de consumo por antonomasia del globo (al norte del Ecuador) son susceptibles a un uso intensivo del transporte. Ergo, algún legislador del Primer Mundo, cautivado por el juego de proteger sus votos, no tardaría mucho en pensar en un arancel a las mercaderías de importación que recorran miles de kilómetros y que, en el camino, sean indirectamente responsables de la emisión de gases contaminantes.

No importa si el país de origen (si es del Sur) no contamine en absoluto en comparación con el país de destino. Hay una excusa, más que convincente, y reside justamente en la huella de carbono que deja el transporte en el que se traslada.

Ya hay un proyecto, en la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, que apunta a este tipo de "aranceles ecológicos".



Fuente: Suplemento COMERCIO EXTERIOR, LA NACION (ir)

Inversión británica
"El desafío aquí es el clima de inversión"
Andrew Cahn elogió a Chile, pero dijo, de todos modos, que en la Argentina hay buenas oportunidades

Por Florencia Carbone
De la Redacción de LA NACION


La infraestructura, clave para el desarrollo económico

Andrew Cahn, director ejecutivo de UK Trade Investments, la oficina de promoción de exportaciones y búsqueda de inversiones del Reino Unido, dio muestras de la diplomacia inglesa. "El desafío en la Argentina es el clima de inversión", dijo de paso por Buenos Aires. Pero de inmediato agregó: "Esto se aplica a todos los tipos de negocios, ya sean británicos, brasileños o argentinos. Tiene que haber confianza en relación a los acuerdos impositivos, a la estructura política y a los ingresos para poder estimular esta inversión".

Cahn preside el organismo que tiene un presupuesto de US$ 500 millones y alrededor de 3000 empleados (dos terceras partes en las embajadas británicas y el resto en las regiones y Londres), desde 2006.

Durante una entrevista con La Nacion, Cahn admitió que en los últimos años la tarea de los diplomáticos tuvo cambios sustanciales. "Durante los 35 años de mi carrera fui diplomático mucho tiempo. En 1977, cuando tuve mi primer cargo la parte comercial estaba considerada como de baja importancia. Eso cambió completamente. El hecho de que tengamos al UK Trade Investment como un departamento independiente es prueba de ello. Hablaba con nuestro embajador en Japón y me decía que, en teoría, dedica el 30% de su tiempo a temas comerciales pero que en realidad cree que destina el 50%", contó.

-¿Alteró la crisis el grupo de países a los que apuntan su promoción comercial?

-No cambió por la crisis actual sino por los desarrollos en la economía global de la última década. China e India son absolutamente claves en nuestra estrategia. Hay otras economías emergentes que están creciendo rápidamente y ofrecen muchas oportunidades como Turquía, Vietnam y Emiratos Arabes. Y América latina, tiene un grupo de países muy interesantes. Durante esta gira estuve en Chile, Perú y Argentina. Los grandes elefantes, por supuesto, son Brasil y México y puse más recursos allí porque ofrecen más oportunidades, pero también descubrí que hay otras economías que son muy estimulantes y dinámicas.

-¿Por ejemplo?

-Chile. Crece rápido y ofrece confianza a los inversores.

-¿Y la Argentina?

-Cuando se mira al país se ve una profunda relación y hay mucha inversión; 30 de las 100 empresas más importantes del Reino Unido ya tienen inversiones aquí, y el comercio bilateral ha estado creciendo rápidamente, no este año, obviamente. Creo que hay grandes oportunidades. Tenemos mucha participación en lo que es minería, petróleo y gas, bancos y la industria farmacéutica, pero el desafío es elevar el nivel actual de la inversión y para ello se necesita confianza en el entorno de negocios.

-¿Cuál es el rol que le asigna a la apertura de la economía?

-Todo indica que si desaparecen las barreras comerciales se incrementa la prosperidad y una de las razones es que todos tienen que ser más competitivos, la gente tiene que trabajar mejor, esto da una posibilidad de crecimiento de la economía. Los mercados abiertos contribuyen a la prosperidad. No hay ninguna economía exitosa en el mundo que sea cerrada. Me parece inconcebible pensar en una economía exitosa en los próximos diez años que no sea un mercado abierto.

-¿Cree que habrá una nueva moneda dominante? ¿Cuál es el futuro del dólar?

-Hoy es el dólar. El euro es una moneda dominante sustancial pero subsidiaria. Con el tiempo, el peso de la economía china tendrá que influir sobre lo que vemos como una moneda dominante. No se puede apreciar a la moneda china en este momento como una moneda de reserva porque la forma en la que se conducen en el comercio no son del todo abiertas o claras. Claramente veo que el dólar es la moneda dominante y eso será así por un largo tiempo, pero con el paso del tiempo tendrán que reflejarse los cambios del mundo y el peso que están teniendo las diferentes economías.

-¿Cuál es el papel que tiene la infraestructura en el desarrollo económico de un país?

-Si no inviertes ahora fracasarás en el futuro. Es una ley. Es tan cierto para las personas como para los países. Si no se invierte en infraestructura hard, como transporte y energía, no se tienen las condiciones subyacentes y de base. Y más importante aún es invertir en infraestructura soft, como educación y capacitación de los trabajadores.



Fuente: Suplemento COMERCIO EXTERIOR, LA NACION (ir)

La entrevista
Crónica de un aumento de tarifas anunciado
Jeppe Frandsen, director de Maersk Line, anunció una suba de casi 50% para los fletes de la costa este de América del Sur

Por Emiliano Galli
De la Redacción de LA NACION



Frandsen: "Es insostenible para la industria seguir así" - Foto: ANDREA KNIGHT

La industria naviera llegó al límite. Muchas compañías estuvieron al borde de la quiebra y necesitaron el salvataje financiero de sus gobiernos y accionistas. La carrera armatorial que devino en un boom de órdenes de construcción de barcos dejó prácticamente sin frenos a los principales protagonistas, que pasaron a operar no sólo a pérdida -2009 implicó una sangría global de US$ 25.000 millones para los armadores-, sino incluso por debajo de los costos operativos.

Y si bien no puede decirse que no hay retorno a la sobreoferta sin precedentes de capacidad de bodega, en coincidencia con una demanda de cargas deprimida, hay una secuencia lógica de medidas que la industria tuvo que recorrer para atemperar los daños: amarrar barcos, suspender servicios, reducir la velocidad de sus buques, y aumentar las tarifas.

En la Argentina, Maersk Line tiene el 30% del mercado reefer (carga refrigerada) y, como líder de la industria, fue el primero en anunciar un aumento de las tarifas del orden del 50% por contenedor reefer de 40 pies.

"El mercado reefer crecerá un 10% en 2010, por lo que se reducirá la cantidad neta de contenedores disponibles. Además, las líneas no invirtieron con el mismo ímpetu en contenedores reefer, con lo cual naturalmente el balance entre la oferta y demanda redundará en un incremento necesario de las tarifas", resumió Jeppe Frandsen, director regional hace un año y medio de Maersk Line

Frandsen agregó que la costa este, particularmente, tiene una presión adicional al desequilibrio global: "Generalmente las tarifas reefer son más bajas aquí que en la costa oeste, incluso que las que pagan mercados fuertes en este sector como Australia o Nueva Zelanda. De repente, con un crecimiento pronosticado del 10%, y déficit de contenedores, lo que los carriers van a hacer es ubicar los contenedores donde sean más rentables. Es por eso que aquí esperamos un fuerte ajuste para el año próximo", destacó.

-¿De cuánto será?

-Estimamos que entre 1000 y 1500 dólares por FEU (unidad de medida equivalente a un contenedor de 40 pies). Hoy el flete al norte de Europa está entre 2200 y 2400 dólares. Es un fuerte aumento, pero también fue fortísima la caída de los fletes en 2009.

-¿A partir de cuándo se hará el ajuste?

-Este mes en Brasil se estarán cerrando los contratos con los grandes exportadores de pollo y carne. Será el primer test. Luego será el momento de la campaña de peras y manzanas del Alto Valle. La industria necesita este ajuste de tarifas, porque todavía no salimos de la peor recesión global, que fue además la crisis más dura que vivió la industria, con pérdidas globales por 25.000 millones de dólares. Tenemos el 15% del mercado global, hacé las cuentas...

-¿Estos incrementos son para lograr el punto de equilibrio?

-El aumento apenas nos acerca al punto de equilibrio, necesitamos todavía más medidas para llegar a números negros.

-¿Como cuáles?

-Por ejemplo, reducir la velocidad de navegación. Si está bien hecho se logra una reducción del 40% en el consumo de combustible, que es un ahorro espectacular. Lo bueno de ir "más lento", es decir, a 15 nudos en lugar de 25, es que seguro hará falta incorporar 1 o 2 buques a un servicio como el de Sudamérica y el norte de Europa. Así también se vuelven a utilizar barcos que permanecían amarrados sin uso comercial.

-¿Es un ajuste temporal? ¿Bajarán las tarifas cuando se normalice el balance entre oferta y demanda?

-El ajuste permanecerá durante todo 2010, y habrá que ver luego cómo evoluciona la demanda, si se construyen nuevos contenedores. Para 2010 esperamos un crecimiento del tráfico de entre 7 y 8%, y de 10% en la carga refrigerada. Son proyecciones mucho mejores de las que la industria tenía hace 6 o 7 meses. Pero resta mucho por hacer. Por suerte tenemos una fortaleza financiera sorprendente. Hace dos años ganábamos US$ 200 menos por contenedor que el resto de la industria, y ahora logramos una eficiencia en nuestra ecuación de costos y estamos US$ 100 por contenedor mejor que el resto. Esto no significa que estemos ganando plata, sino que estamos perdiendo menos.

-¿Cómo lo lograron?

-Con mucho sacrificio, porque implicó una reducción organizacional de proporciones. Pero logramos también una mayor y mejor utilización de los activos, y pudimos reducir el costo unitario, gracias a un trabajo conjunto con otros carriers para obtener una mejor economía de escala. Fue duro, pero tuvimos éxito. Lo bueno es que nos pusimos a tono antes de que se desencadenara lo peor de la crisis.

-¿Cómo evolucionó la relación con los clientes?

-En la Argentina logramos un doble objetivo. Uno tenía que ver con la imagen que teníamos en el mercado, nos veían, por decirlo de alguna manera, como una compañía un tanto "arrogante". Pero sobre todo como un carrier de carga refrigerada, y teníamos como meta crecer en carga seca, donde duplicamos nuestra participación de mercado, del 4 al 8 por ciento. Lamentablemente, en carga seca, los fletes deberán aumentar también, en un porcentaje similar, porque es insostenible para la industria seguir así.

-Pero, ¿bajarán las tarifas cuando la situación mejore?

-No. Incluso con estos aumentos que anunciamos, apenas si nos estamos acercando al punto de equilibrio. Para sobrevivir, y ser sustentable, una compañía necesita ganar plata.


La industria necesita una transformación

Lo que sucedió en el mercado marítimo no tuvo precedentes en el sentido de que la liquidez, abundante años atrás, impulsó a una porción importante de los transportistas a crecer en capacidad, con el objetivo de ganar porciones de mercado.

Esto llevó a una competencia feroz, que deprimió los precios de los fletes, de forma natural y no tanto, porque también hubo una política agresiva de algunos que apostaron a ganar más porciones de la torta.

La preocupación, ante un anuncio de aumento de tarifas, es siempre qué hará la competencia: o se acopla a la tendencia, y replica los aumentos, o busca aprovechar la situación para crecer.

-¿No teme que la industria entre en una guerra de tarifas con este aumento?

-Creo que hay consenso en la industria de que todos necesitamos este ajuste en los fletes. De todas maneras, si llega a darse una situación donde se hace manifiesta la intención de "tomar" nuestros clientes, quiero dejar bien en claro que no vamos a resignar nuestra participación. Tenemos margen de maniobra y sabemos que ganamos US$ 100 más por contenedor que el resto.

Frandsen, no obstante, estima que hay cierto consenso generalizado respecto de que éste no es un momento de políticas agresivas de crecimiento, y que nadie quiere realmente entrar en una guerra de precios. Pero la duda siempre persiste.

El gerente financiero de Maersk Inc., Morten Nicolaisen, tampoco anduvo con eufemismos en una conferencia organizada por The Journal of Commerce. Dijo que la industria necesita una "transformación", y no un "cambio", porque el primer término refiere a lo estructural y el segundo a lo coyuntural

Nicolaisen confirmó que las pérdidas de este año para la industria superarán los 20.000 millones de dólares, y advirtió que las líneas deberán ganar entre 10.000 y 20.000 millones para sostener las inversiones necesarias. Esto significa que la brecha entre rentabilidad e inversión, dijo, ronda casi los 40.000 millones de dólares.

"¿Tiene sentido que todos quieran convertirse en jugadores globales cuando tienen una pequeña presencia en todos los tráficos, con una mínima participación de mercado?", lamentó.


Los números

* La relación entre capacidad de bodega y cargas por mover es lo que determina los fletes.

* En 2009, el tráfico cayó un 10% respecto de 2008, cuando se agregaron nuevos barcos al circuito. Fue el peor año de la historia del transporte marítimo.

* Hay compañías perdieron hasta US$ 1000 por contenedor. Las pérdidas globales alcanzan los 25.000 millones de dólares. Maersk Line tiene el 15% del mercado.

* Para 2010 se espera un crecimiento del movimiento de contenedores de hasta 8%, y de 10% en el sector reefer. Habrá un déficit de contenedores para atender esta demanda, lo que presiona hacia arriba a las tarifas.

* La oferta de barcos, en tanto, se incrementará entre un 7 y 8%.

* La reducción en la velocidad de navegación, el desguace de barcos y la suspensión de órdenes de construcción ayudan a mejorar el desbalance entre oferta y demanda.

* En la Argentina, Maersk Line tiene el 30% del mercado reefer. Fue la primera en anunciar un incremento de casi 50% en los fletes.

* En rigor, el aumento oscilará entre los 1000 y 1500 dólares por FEU (unidad de medida equivalente a un contenedor de 40 pies).

* Hay consenso en la industria sobre la necesidad de ajustar hacia arriba las tarifas.



Fuente: Suplemento COMERCIO EXTERIOR, LA NACION (ir)

LA PAUTA DEL GOBIERNO PERMITIÓ AL SECTOR ALCANZAR UN MODERADO CRECIMIENTO DURANTE LO QUE VA DEL AÑO
Política y fútbol oficial salvan el negocio de la publicidad

DAVID CAYÓN Buenos Aires ()


El gasto de Presidencia es clave

Si bien la inversión publicitaria no logra crecer por encima de los índices extraoficiales de inflación, la campaña política, la guerra de anuncios entre el Gobierno y algunas empresas de comunicación por la ley de medios permitieron al sector caer menos de lo esperado.

Según un análisis de la Cámara Argentina de Centrales de Medios (Cacem), entre enero y septiembre de este año, se gastaron $ 6.117,9 millones en publicidad, lo que significa 13,7 % más que en el mismo período del año pasado.

Los sectores privados estiman que en el mismo lapso el incremento del costo de vida fue de 14 por ciento.

“Si lo medimos por centímetros en las páginas y segundos comercializados, la diferencia no es importante respecto de 2008, está claro que todo el incremento que notamos en la inversión está dado por un aumento en las tarifas”, reconoció Miguel Galindo, director de operaciones de Media Planning Group (MPG) y miembro de la Cacem.

Otro dato que justifica este crecimiento fue que durante la primera mitad del año se vivió la campaña electoral. Así se refleja en el informe de la Cacem, que muestra cómo entre los sectores que concentraron el 90% de la inversión publicitaria, el primer lugar lo ocupan las instituciones políticas, con un crecimiento de 102% respecto a igual período de 2008.

En segundo lugar quedó la industria farmacéutica con un aumento de su participación en un 51% que, según el informe, se justifica por la aparición de la Gripe A.

“Sin la pauta política cerrábamos el año con una caída de tres puntos en el número final, es decir sólo con un crecimiento de 10%”, aseguró el ejecutivo a El Cronista. En este sentido, Galindo agregó que “el debate sobre la ley de medios impulsa el gasto publicitario de la política, lo hacen los privados y el Poder Ejecutivo”. También hizo referencia a la pauta para promocionar el fútbol gratis. “Esto nos va a servir para cubrir el verano”, añadió.

Al igual que años anteriores, la televisión y los diarios fueron los medios que concentraron más de las tres cuartas partes de la inversión publicitaria. Aunque si se los mide por porcentaje de crecimiento, los que mostraron mejor performance que durante el 2008 fueron Internet, la televisión por cable y la radio en la Capital Federal con un 37,5%, 33,5% y 27,2% respectivamente.

En lo que se refiere a la industria digital, en clara expansión, los sectores de mayor inversión fueron consumo masivo, retail, telecomunicaciones y turismo.

Mientras las centrales de medios buscan no perder centímetros ni segundos de pauta publicitaria, los creativos y publicistas se encuentran desde ayer participando de la duodécima edición de “El Ojo de Iberoamérica”, uno de los festivales de publicidad más importantes de la región. Durante este encuentro se proyectan los mejores comerciales del año, se realizan exposiciones de temática publicista, concursos y un ciclo de conferencias.



Fuente: EL CRONISTA COMERCIAL (ir)

Una tendencia mundial
Las marcas apuntan a los pobres
Los consumidores emergentes se convirtieron en el principal objetivo de las empresas

Alfredo Sainz
LA NACION

Conquistar a los consumidores emergentes que en los últimos años lograron salir de la indigencia y la pobreza más extremas se convirtió en el principal objetivo de las empresas de consumo masivo en todo el mundo, incluida América latina. Sin embargo, acceder a la base de la pirámide -es decir, a los hogares de menores recursos- implica romper con una serie de mitos o prejuicios, según destaca el brasileño Aloisio Pinto, vicepresidente de Planeamiento Estratégico de la agencia McCann Erickson Brasil.

"Hoy vivimos un descalce entre la imagen que tienen los ejecutivos de empresa y los creativos publicitarios acerca de los consumidores de la base de la pirámide y la realidad. Con la mejora de los ingresos de este tipo de segmento, no sólo se produjo un cambio en la manera de consumir, sino también transformaciones en materia de valores y símbolos culturales que muchas veces no son percibidos por las empresas", explicó Pinto, que llegó a Buenos Aires para participar del festival internacional de publicidad El Ojo de Iberoamérica, que se realiza en la ciudad de Buenos Aires.

Pinto explica que el primer cambio que se registra en la base de la pirámide es la autopercepción que tienen acerca de su pertenencia social. "Lo primero que cambia es la asunción de que dejaron de ser clase baja y ahora pertenecen a una clase media baja. Sienten que, en la medida en que pueden cumplir con sus necesidades alimentarias, arreglan las casas donde viven y acceden a electrodomésticos, ya no pueden seguir siendo considerados una clase baja", señaló el publicista.

La Argentina, caso diferente

El ejecutivo brasileño cree que, a grandes rasgos, los consumidores latinoamericanos comparten los mismos valores y hábitos. Sin embargo, precisa que la Argentina presenta algunas características diferenciales.

"En la mayoría de los países de la región, en los últimos años se produjo un proceso de ascenso social, con millones de pobres accediendo al consumo. En cambio, en la Argentina se registra un caso diferente. Hay un segmento importante de la población que está mejorando su ingreso, pero que tiene un comportamiento diferente, porque a pesar de haber caído en la pobreza tenía un origen social de clase media", explica.

Pinto destaca, además, que el principal campo donde se verifican los cambios es el de las nuevas tecnologías. "Las compañías de telecomunicaciones hoy tienen como uno de sus principales clientes a los sectores de menores ingresos, no sólo en materia de celulares, sino también en forma incipiente en los abonos de banda ancha", explicó el publicista.

Usos distintos

Igualmente, el ejecutivo de McCann Erickson destaca que el uso de las nuevas tecnologías que tienen los consumidores emergentes no siempre es el mismo que el de un cliente de la clase media tradicional. "La clase media tiende a usar las redes sociales como Facebook para buscar a un amigo que no ve desde hace mucho. En cambio, los consumidores emergentes tienden a utilizar este tipo de redes como un articulador social, para organizar una fiesta o una salida", señaló.


Fuente: LA NACION (ir)

Vacío y desconcierto en el mundo empresario sobre el futuro social, político y económico del país

Julián A. de Diego, Asesor laboral de empresas y profesor titular de Derecho del Trabajo de la UCA ()

El 45º Coloquio de IDEA fue sin dudas la caja de resonancia de las inquietudes y preocupaciones de los empresarios, y la conclusión fue el desconcierto y la incertidumbre generalizada. La entidad organizadora no es específicamente un ente gremial empresario, sino fundamentalmente una entidad dedicada a la investigación y a la educación de ejecutivos, que basa su fortaleza en la multisectorialidad y en la diversidad de pensamientos y orientaciones.

Los temas políticos, que no conformaban el temario central se llevaron todas las atenciones, aún cuando no hubo ningún anuncio inquietante, ni se pudo destacar la intervención de representantes de los distintos partidos y sectores, que solo respondieron con generalidades.

En esta oportunidad, como en otras, hubo presencias que llamaron la atención, y una retirada concordante y convergente de representantes del Gobierno Nacional y de sus acólitos. Es más, muchas de las intervenciones tuvieron como corolario en las preguntas una suerte de pedido de auxilio: ¿Qué espera la sociedad argentina de los empresarios, que desea y que deberían aportar? Las respuestas genéricas, en general bastante elementales llovieron por doquier, lo que ha demostrado una vez más, que el problema central no son las ideas esenciales, sino el modo, la forma, y el plan de acción para ejecutarlas. Uno de los factores realmente preocupante, que confirma la pérdida del rumbo, es la total ausencia de una agenda común multisectorial, que permita unir a través de un mínimo común denominador a todos los empleadores. Y que quede claro, no estamos hablando aquí de los objetivos de producir más, mejor, y lograr la mejor rentabilidad, que para evitar malos entendidos, conviene destacarlo como el fin subjetivo de la empresa.

Algunos comentarios resultan muy sutiles. El tema de la pobreza y la exclusión, el abandono de la escolaridad primaria y secundaria, el avance de la marginación y el delito de la mano de la droga, la ineficiencia del Estado en general para controlar todos estos flagelos, y la necesidad de la iniciativa privada articulada con el Estado para enfrentarlos, en la medida que no se los deje a los políticos desarrollar sus políticas solos y sin controles, como lo señaló el ex presidente Toledo de Perú.

Muchos de los temas del Coloquio fueron solo una escusa para reunirse y revisar algunas de las preocupaciones, y en los pasillos se habló fundamentalmente de los siguientes temas: n los focos de fuerte tensión social originados por grupos sociales, piqueteros, y por las ONG y agrupaciones defensoras de los derechos humanos;

los nuevos conflictos laborales, en donde se producen enfrentamientos intrasindicales (las bases, contra los dirigentes gremiales), o se crean nuevos sindicatos de base, o en su caso, los delgados de agrupaciones disidentes son apoyados por el MST, el PCR, la CCC y hasta los restos del PO del MAS y del PT, todos además están enfrentados entre sí como lo estuvieron en las elecciones parlamentarias, en donde sufrieron una catastrófica derrota en las urnas; n la fractura del modelo sindical, no solo originado en los cuestionamientos judiciales (‘ATE c/Ministerio de Trabajo’, Corte Suprema), sino en los cuestionamientos formulados por otras agrupaciones como CTA, nuevos sindicatos, reclamos de las bases y estado de reclamación permanente con estado asambleario permanente, y los nuevos gremios de personal superior que representan a los mandos medios, a los profesionales y pueden llegar a incluir hasta el gerente general;

la nueva crisis del convenio colectivo como herramienta para discutir condiciones de trabajo que se adapten a un modelo moderno de relaciones laborales, las del futuro no las del pasado. El agravante de que los ajustes de los convenios suponen dos o tres rounds posteriores con los dirigentes de base y en cada establecimiento, que no garantizan ya que configuren un resultado previsible ni confiable;

la volatilidad, favoritismo y falta de coherencia de una política de estado orientada al crecimiento en condiciones de alta competitividad;

el crecimiento esperado, moderado por cierto, será heterogéneo y seguramente, muy contradictorio, y sin crecimiento correlativo del empleo ni con una adecuada distribución del ingreso, por lo menos que resulte sustentable;

la pérdida de la calidad institucional en todos los planos del gobierno, y la falta de gestión de los poderes públicos nacionales, provinciales y municipales, con el avance de la marginación, los conflictos en el sector público que deterioraron la educación y los servicios de salud, los conflictos de poderes (intrínsecos y extrínsecos) y el avance de la inseguridad con hechos cruentos y desproporcionados;

la necesidad de que el sector empresario se una para llevar adelante acciones en común, sin que se neutralicen esfuerzos con la actual dispersión sectorial;

la necesidad de fomentar y realizar acciones coordinadas entre el Estado, los sindicatos, las entidades empresarias, y las ONG para llevar adelante estrategias de integración de los jóvenes para mejorar su empleabilidad, de modo de facilitar el acceso al primer trabajo, en donde claramente se observan graves problemas coyunturales, y dificultades para conectar las oportunidades con los que buscan su primer empleo;

el diálogo de todos los sectores, la búsqueda de consensos y la necesidad de que los mismos se implementen eficientemente, ponen en evidencia la alta vulnerabilidad a la que está expuesta toda la sociedad.

El próximo año IDEA festeja los 50 años de vida junto al Bicentenario de la Patria, y seguramente habrá una demanda muy especial sobre el COLOQUIO nro. 46, para que se centre en la agenda de corto, mediano y largo plazo que hoy preocupa y desvela a los líderes empresarios, a los políticos y a los sindicales.


Fuente: EL CRONISTA COMERCIAL (ir)



 
 
 
 
 
 
 
 
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