Serio pero no solemne
Los mercados no existen, existen las personas
Von Stackelberg opina que lo que hay son compradores y vendedores, con más o menos fuerza relativa
Juan Carlos de Pablo
LA NACION
Economía internacional
Guerra comercial entre Brasil y EE.UU.
Eliane Oliveira
LA NACION
Management
Los empresarios que entran en política delegan su rol de CEO
No todos venden las acciones de sus compañías, aunque expertos recomiendan hacerlo
Agustina Rato
LA NACION
Miradas
Vocación versus salida laboral
Tras la crisis, más universidades piensan sus programas en función del empleo
Jorge B. Mosqueira
LA NACION
Opinión
Mirar al mercado es la forma de crecer
Roberto Vola-Luhrs
LA NACION
Emprendedores
El arte callejero se instala en las remeras
Historias que pueden enseñar cómo iniciar una actividad propia
Mercedes García Bartelt
LA NACION
OPINION
La secundaria depende de lo que hagamos todos
Adriana Puiggrós
PAGINA/12
Serio pero no solemne
Los mercados no existen, existen las personas
Von Stackelberg opina que lo que hay son compradores y vendedores, con más o menos fuerza relativa
Por Juan Carlos de Pablo
Los entusiastas proponen que "operen los mercados", los críticos previenen contra "la dictadura del mercado", no faltan quienes -frente a determinado anuncio o medida de política económica- preguntan: ¿cómo reaccionaron "los mercados"?
Tamaña disparidad de opiniones frente a una misma institución me llevó a conversar con el ruso Heinrich Freiherr von Stackelberg (1905-1946), cuya madre había nacido en la Argentina. Profesor en Bonn, Berlín y en Madrid, en 1940 construyó tablas para sistematizar las "formas de mercados", que vía Ferdinando Di Venicio miles de argentinos aprendimos en la UBA y en la UCA, en las clases de Microeconomía, que dictaba Francisco Valsecchi.
-¿Por qué los mercados son a la vez héroes y villanos?
-Los mercados no existen.
-Repítame, porque no puedo creer lo que estoy oyendo.
-Los mercados no existen. Existen personas, que compran y venden. A cada uno de nosotros nos gustaría pagar menos por lo que compramos y cobrar más por lo que vendemos [sean caramelos o salarios]. Pero expresamos nuestra queja de manera más potable, echándoles la culpa a «los mercados». Gracias a la moderna homogeneidad de los productos y a Internet, muchos mercados dejaron de ser un ámbito físico para convertirse en virtuales. Elijo el producto, anoto el número de mi tarjeta y la mercadería llega a mi casa. ¿A quién le importa dónde se hizo la transacción?
-¿Por qué habla de «formas de mercados»?
-Para enfatizar que, realizando transacciones, compradores y vendedores no tienen la misma fuerza. Al respecto resulta útil distinguir los casos de un centro decisorio, pocos y muchos, tanto desde el ángulo de la oferta como del de la demanda. Note que no dije una unidad, sino un centro decisorio, porque cuando muchos oferentes o demandantes acuerdan entre sí, actúan como si fuera uno solo. Distinguimos los casos de monopolio, monopsonio [un solo comprador], oligopolio, competencia, etc. Todos pretendemos ser monopolistas cuando vendemos y monopsonistas cuando compramos, no porque podamos hacer "cualquier cosa", sino porque podríamos hacer más cosas que quienes no tienen más remedio que competir [no se compite por deseo, sino por resignación].
-¿Qué es eso del «fracaso del mercado»?
-En presencia de monopolios, economías y deseconomías externas, bienes públicos [aquellos donde más de una persona puede usar simultáneamente una misma unidad, como explicó Paul Samuelson], etc., las decisiones individuales generan distorsiones, derroches, etc. Francis Michel Baton catalogó las razones por las cuales los mercados «fallan».
-Para corregir esto está la intervención del Estado.
-Eso creíamos, pero la experiencia mostró que también existe el «fracaso del Estado». Por eso estamos delante de una cuestión empírica: antes de aconsejar hay que comparar el fracaso del mercado con el del Estado. A la luz de la experiencia, uno puede ser mucho más «estadomaníaco» en Alemania que en la Argentina.
-El mercado será una ficción, pero algunos colegas pretenden «exportar» el concepto a otras disciplinas.
-Cierto. Gary Becker recomienda que el enfoque de costos y beneficios no se circunscriba a la evaluación de la producción de acero o la construcción de un puente, sino que también se aplique al crimen y al matrimonio, y Adrián Guissarri analizó al régimen político como un «mercado oligopólico», con fuertes costos para quienes no pertenecen al «club» [recuerde qué funcionarios fueron presos, y cuáles no]. Tomadas en términos literales, y particularmente llevadas al extremo, todas las teorías son ridículas. El profesionalismo consiste en captar su esencia y, sobre todo, en identificar cuál es la teoría relevante, frente al caso que uno tiene que solucionar [la especialidad del Dr. House]. A propósito, tampoco existen los problemas, lo que existen son las personas que tienen problemas [a los economistas no nos consulta «la desocupación», sino seres humanos que quieren trabajar y no encuentran dónde].
-Don Enrique, muchas gracias.
Fuente: LA NACION (ir)
Economía internacional
Guerra comercial entre Brasil y EE.UU.
Eliane Oliveira
O Globo/GDA
Andre magna atinci ex el ipit nibh et, conulla faccum iliquisi.
Eniam, sed diat ing et, quat nismodolesto odoloreet lore elenibh et vulputpatue dolortinibh exero dolenibh eui tet nit praesse quisim del dionsequisl dolobor si ea feugiat velissi.
BRASILIA.- El gobierno brasileño divulgó el lunes pasado la lista de productos estadounidenses que sufrirán un aumento del arancel de importación como retaliación autorizada por la Organización Mundial de Comercio (OMC) en una antigua disputa que involucra los subsidios al algodón. En caso de que no haya contrapropuesta de Estados Unidos, el aumento de las alícuotas entrará en vigor en 30 días.
La oficina del representante comercial de los Estados Unidos (cuya sigla en inglés es USTR) afirmó que ese país quedó "decepcionado" por la decisión del gobierno brasileño. Según la USTR, el gobierno norteamericano continúa trabajando en la búsqueda de una solución para la disputa y espera llegar a un acuerdo con Brasil.
Entre los productos que figuran en la lista, aparecen el paracetamol (28%), productos de belleza (36%), lectores de códigos de barras (22%), auriculares (40%), anteojos para sol (40%) y vehículos de hasta 1000 centímetros cúbicos de cilindrada (50%). También se incluyen arenque, peras, cerezas y papas, además de trigo y autos. También se incluyeron el chicle sin azúcar, agua de colonia, champú y pasta dental.
El valor de la retaliación autorizada por la OMC es de US$ 829 millones, según Itamaraty, el segundo gran monto en la historia del organismo. La lista de bienes importados de los EE.UU. corresponde a 591 millones. Los restantes 238 millones serán aplicados a los sectores de propiedad intelectual y servicios.
A pesar de que la respuesta se concentra en los productos de lujo, el mayor peso podría recaer sobre la importación de trigo, cuyo arancel pasa del 10% al 30% y puede generar un aumento en los derivados. Pero la secretaria de Comercio Exterior de Brasil, Lytha Spíndola, descarta ese problema porque Brasil cuenta con mercados alternativos para la compra de trigo. "Este asunto fue estudiado con el Ministerio de Agricultura y se examinaron las necesidades de importación de Brasil. Tenemos una producción interna que aumentó y tenemos proveedores como la Argentina, Uruguay y Canadá, además de otros mercados", dice.
La OMC autorizó en noviembre a Brasil a imponer sanciones sobre productos de los Estados Unidos, como castigo por el gasto excesivo de Washington para subsidiar a sus productores de algodón y también a causa de un programa de garantías para créditos a exportadores. Las sanciones se mantendrán hasta que las autoridades estadounidenses revean la situación. La retaliación sobre los servicios y la propiedad intelectual será decidida el 23 de este mes en una reunión de la estatal Cámara de Comercio Exterior (Camex) de Brasil. EE.UU. puede responder, pero Brasil aún ve espacio para negociar.
Traducción de Gabriel Zadunaisky
Fuente: LA NACION (ir)
Management
Los empresarios que entran en política delegan su rol de CEO
No todos venden las acciones de sus compañías, aunque expertos recomiendan hacerlo
Agustina Rato
Para LA NACION
En una ceremonia modesta y solemne en el Parlamento chileno, le colocaron la banda que lo ungió presidente. En ese instante, Sebastián Piñera se convirtió en el primer mandatario de Chile y en el último integrante de la estirpe de empresarios-políticos, que iniciaron su carrera en grandes compañías y después se dedicaron de lleno a la vida pública.
Con esta membresía el management sumó otro caso de estudio y puso bajo la lupa los dilemas que enfrentan las empresas ante el cambio de rumbo que deciden sus directivos, devenidos en figuras políticas: la escasez de tiempo para gestionar y la incompatibilidad de intereses obligan a desvincularlos de las compañías que hasta un par de días antes, los tenían como figuras fulgurantes. ¿Cómo transitar mejor ese proceso? ¿Qué recaudos tomar para minimizar el impacto en el funcionamiento y en la imagen de las organizaciones?
Consultados por LA NACION, tres especialistas del universo de los think tanks del management y el diputado nacional Franciso de Narváez, representante local del linaje que une a Piñera con Henry Paulson y Silvio Berlusconi, entre otros, responden a esas preguntas.
La salida de un directivo suele generar tensiones y reacomodamientos en las empresas, pero si se trata de una persona ligada a la actividad política, coinciden los especialistas, se debe prestar una especial atención al proceso de desvinculación.
"La renuncia del funcionario y la venta de sus acciones, si es que las tiene, es lo más recomendable. Aunque cada caso admite sus matices", afirma la directora de la Maestría en Dirección de Empresas del CEMA, María Alegre.
Para evitar que ese proceso sea traumático para la empresa, y que las finanzas, empleados y ejecutivos no se vean afectados, lo ideal es que sea programado y gradual. "Es un cambio que implica evaluaciones, transferencia de responsabilidades y delegación de funciones que lleva su tiempo, y que se tiene que hacer en forma ordenada y progresiva para que no se resienta la gestión", explica el diputado nacional Francisco de Narváez, que, según informó a este diario, demoró tres años en desvincularse de la dirección ejecutiva de su grupo de empresas. Entre las compañías que pasaron por este proceso figuran el diario El Cronista , América TV, la firma de ropa Rapsodia y el predio de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
Proceso complicado
Apuntalar el proceso de toma de decisiones es otra de las recomendaciones que se hacen a las organizaciones afectadas por el maridaje que se da entre la política y la empresa. "Conviene fortalecer la transparencia con reglas y criterios claros, fijar quiénes deciden y cómo fluye la información. Así se reduce la discrecionalidad del funcionario y el margen de suspicacias", afirma el director de la consultora Tandem, Soluciones y Decisión, y profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, Ernesto Weissman.
La transparencia es uno de los valores que más debe cuidar la gestión, incluso una vez que se culminó la desvinculación. La incompatibilidad de intereses es una fuente de conflictos constante que hay que neutralizar todo lo posible antes, durante y después de ese proceso. "Por ejemplo, la compañía debe abstenerse de participar en licitaciones y concursos relacionados con el Estado o con el campo de acción del funcionario con el que trabajó", explica Alegre.
En la misma sintonía, el profesor del Programa de Gestión Empresaria de la Escuela de Negocios de la Universidad Católica (UCA), Ernesto Niethardt, destaca la figura del fideicomiso ciego que propuso Piñera antes de asumir como presidente. Ese instrumento permite al mandatario y accionista de la aerolínea LAN, el canal de televisión Chilevisión y el popular club de fútbol chileno Colo Colo, ceder la administración de sus activos a un grupo de bancos. "Es una práctica muy común en otros países que deja a salvo a las empresas de sospechas sobre beneficios o ventajas especiales mientras él sea presidente", concluye Niethardt.
"Lo más recomendable es la renuncia del funcionario y la venta de sus acciones"
MARIA ALEGRE
Profesora del Cema
"La delegación de funciones lleva su tiempo y se tiene que hacer en firma progresiva"
FRANCISCO DE NARVAEZ
Empresario y diputado
"El fideicomiso ciego es una solución que se usa porque deja a salvo a las empresas de las sospechas"
ERNESTO NIETHART
Profesor de la UCA
"Conviene fortalecer la transparencia con reglas y criterios claros para reducir la discrecionalidad"
ERNESTO WEISSMAN
Consultor de Tandem
Fuente: LA NACION (ir)
Miradas
Vocación versus salida laboral
Tras la crisis, más universidades piensan sus programas en función del empleo
Por Jorge B. Mosqueira
jorgemosqueira@gmail.com
La figura del arquitecto conduciendo un taxi se ha hecho tan popular que merecería una estadística seria sobre qué porcentaje de estos profesionales compone la flota actual de las ciudades argentinas. Bastante más al Norte, en los Estados Unidos, se van produciendo cambios significativos en los planes de estudio, derivando sus objetivos hacia la salida laboral.
El ejemplo más claro es la propuesta del Thomas College, en Maine, que se promociona como La institución con garantía de trabajo. Los egresados que no consigan ubicarse laboralmente durante los seis meses posteriores a la graduación podrán volver a tomar clases gratis o hacerse acreedores a un préstamo para continuar sus estudios durante un año más. Otra universidad, como la de Louisiana, en Lafayette, eliminó su especialización en filosofía.
En la Universidad de Austin, Texas, los estudiantes analizan la obra teatral La muerte de un viajante, de Tennessee Williams, donde se cuestiona el sueño americano, pero también se capacita sobre el trabajo a distancia, cómo hacer un buen CV o cómo manejarse en una entrevista de empleo. Todo eso responde a una demanda, tanto de los estudiantes como de sus progenitores, respecto de qué pasará después que se gradúen. Según un artículo de The New York Times, en 1971 el 37% de los estudiantes se preocupaba por su futuro laboral, mientras que el 73% restante esperaba desplegar una filosofía de vida. Hoy, los números se han invertido: un 78% tiene como meta hacer fortuna.
La tendencia pone de manifiesto un problema de difícil resolución, similar a aquello de qué viene primero, el huevo o la gallina. ¿Las casas de altos estudios deben estar al servicio de la oferta y la demanda laboral exclusivamente? Entretanto las universidades sean parte del mercado, seguramente habrán de adaptarse a las necesidades de los consumidores, quienes, por otra parte, tienen sus razones para reclamar un retorno de la inversión en moneda contante y sonante, a corto o mediano plazo.
La elección de una carrera, en nuestros planes de estudios superiores, suele ser racional o visceral, sin sumar a aquellos que, confundidos ante una oferta demasiado variada o estrecha, o bien por posibilidades económicas, demoran o cambian sus decisiones en el camino. Podría ser preocupante el desalojo de los contenidos filosóficos, como lo hizo la Universidad de Louisiana, cualquiera que sea la especialización. Lleva a preguntar cómo puede actuar un profesional de cualquier especie sin cuestionarse, antes que nada, para qué está en este mundo.
La promesa de salida laboral no sólo contiene el riesgo de no cumplirse, sino que pasa por alto una cuestión muy íntima y personal: la vocación. Los términos pueden invertirse y en vez de arquitectos que no construyen casas tendríamos ingenieros a los que no les interese un rábano construir puentes. Son distintas formas de frustrarse y la masa de insatisfechos es harto abundante.
Es en este punto es donde cobra mayor relevancia la capacidad de las empresas para descubrir talentos y desarrollarlos. Más allá o más acá de la formación académica, existe la delicada tarea de detección de posibilidades, sin pretender sentarse a una mesa donde la comida ya esté servida.
Fuente: LA NACION (ir)
Opinión
Mirar al mercado es la forma de crecer
Roberto Vola-Luhrs (*)
Para LA NACION
"Las empresas que permanecerán en el futuro serán aquellas que más rápidamente dejen de hacer lo que hacen o dejen de hacerlo de la forma en que lo hacen", dijo Peter Drucker. Una manera de cumplir con este destino es decidir qué incorporar y aggiornar para aplicar con celeridad lo que la competencia haya hecho en forma exitosa.
Con sistemas como la evaluación de desempeño, desarrollo o capacitación se está muy lejos de completar el ciclo que permita innovar y crecer. El secreto es, entonces, descubrir el modo de adaptar a la cultura esa nueva manera de hacer las cosas.
Las empresas deben, para eso, fijar políticas, procesos, métodos y programas para que sus miembros logren superarse en función de parámetros del mercado. Es aquí donde se viabiliza el inplacement, que es el programa que permite trabajar en forma innovadora y eficiente, con la mirada puesta en las capacidades de la gente de la empresa, pero desde la perspectiva del mercado. Es lo que el mercado reconocerá, finalmente, como empleabilidad.
El inplacement se centra en tres ejes de análisis-evaluación, y brinda un diagnóstico de quién ocupa tanto un puesto ejecutivo como uno clave en la firma:
1. El pasado del individuo. Para conocer las competencias que son exportables de la persona y que han sido aprendidas por el ejecutivo en sus posiciones anteriores.
2. El hoy de la empresa. Los requerimientos del puesto de trabajo actual, definidos por la empresa versus la performance.
3. El mercado. Cómo lo define la competencia, o los requerimientos de dicho puesto en el mercado versus las competencias específicas de quien lo ocupa en la compañía hoy.
Empleabilidad es la capacidad desarrollada por un individuo y que es requerida en el mercado de trabajo.
El inplacement dista mucho del modelo en que la persona trabaja sobre sus competencias para un proceso de reinserción, por ejemplo, outplacement.
En el proceso de inplacement, la persona deberá comparar no sólo a su puesto de trabajo con sus competencias, compatibilidades, etcétera, sino, específicamente, con su puesto de trabajo hoy en el mercado. Es esta perspectiva del mercado lo que activa a la empresa a, por un lado, acompañar el crecimiento o desarrollo de la persona (empleabilidad) y, por otro, a aggiornar el puesto de trabajo a los requerimientos del mercado. En el proceso de inplacement la persona busca mantener su empleabilidad en la propia compañía. De esta manera adquiere un mayor significado la incorporación continua de las mejores prácticas.
Es decir, los aspectos por mejorar del individuo se miden según los parámetros de la empleabilidad y no solamente por los de la empresa para la cual trabaja. ¿Su empresa es de las que permanecerá en el futuro? ¡Cuidado, el tiempo apremia!
(*) El autor es académico, conferencista y socio de Voyer Internacional
Fuente: LA NACION (ir)
Emprendedores
El arte callejero se instala en las remeras
Historias que pueden enseñar cómo iniciar una actividad propia
Mercedes García Bartelt
garciam@lanacion.com.ar
Tito Khabie empezó a diseñar ropa a los 15 años, apoyado en la firma de indumentaria femenina de su padre, y en los 90 puso en marcha una empresa de accesorios. En 2003 decidió subirse a la ola del arte callejero y fundó Sixfeet, una marca de indumentaria que combina la imagen de deportes como el surf con la cultura street .
Khabie, de 45 años, es artista plástico y se sumergió en el mundo del diseño como un autodidacta, que luego se convirtió en uno de los primeros profesores de la disciplina, cuando la UBA abrió la carrera de diseño, en 1997. "Después de la crisis el tema de accesorios desapareció y empecé a ver que en lugares como Miami avanzaba el arte street , que se trasladaba a la ropa", recordó el artista, que invirtió 10.000 dólares para poner en marcha Sixfeet.
La marca tiene hoy tiene 7 puntos de venta exclusivos y 50 multimarcas, y factura más de 3,4 millones de pesos al año.
"Ahí vi la oportunidad que se abría en el mercado local. La idea fue desde un principio innovar en el concepto de diseño mezclado con el arte y, al mismo tiempo, ofrecer una alternativa local a las marcas importadas. Todo, siempre relacionando la música con el arte y deportes como el surf y el skate", agregó.
El primer local de Sixfeet se instaló en Palermo y combina los percheros con las colecciones con un espacio dedicado al arte.
La marca fue ganando presencia y el año pasado participó en el Fashion Week de Berlín y en una misión comercial de la Cancillería a Japón. "Empezamos con envíos a Dinamarca y Arabia Saudita. Estamos negociando con Japón y China", detalló.
A la línea de pantalones, remeras y trajes de baño el empresario decidió sumar una alternativa premium. Se trata de una remera que se comercializa en "art packs" o cajas con diseños de varios artistas.
Warhol en tela
"Hacemos unas 200 unidades por cada artista y homenajeamos tanto a argentinos como a extranjeros. Esto nos abrió oportunidades: por ejemplo, hicimos una edición especial de artistas para el Malba y las remeras de la exposición de Andy Warhol", subrayó Khabie. Entre sus proyectos, figuran lanzamientos "de una o dos ediciones especiales por año".
El empresario también quiere afianzar las exportaciones con la participación en nuevas y más ferias internacionales. "Nuestra columna vertebral es la ropa. La acompañamos con marcas de zapatillas, juguetes de diseño y el espacio de arte. En invierno, incorporaremos una colección para chicos y en verano esperamos lanzar la línea para mujeres", concluyó.
Fuente: LA NACION (ir)
OPINION
La secundaria depende de lo que hagamos todos
Por Adriana Puiggrós (*)
Es común considerar que el buen profesor es aquel que reprueba a muchos alumnos, y bueno aquel colegio secundario que castiga con dureza a quienes no cumplen con la aprobación del 80 por ciento de las materias. Sin embargo, es necesario analizar la situación, porque respondemos automáticamente reproduciendo las reacciones coherentes con un sistema educativo que descalifica antes que calificar, que expulsa antes que implementar medidas que retengan a los adolescentes, que se enorgullece cuando tiene pocos alumnos pero cumplidores de plazos de aprendizaje impuestos para todos por igual, sin tener en cuenta diferencias individuales, grupales, institucionales e incluso regionales.
Hagamos un razonamiento simple: frente a los resultados que obtiene un alumno al finalizar cada año escolar, se lo puede alentar por lo que aprendió o bien “ningunearlo” y sólo reprenderlo por aquello que no supo, no quiso o no pudo aprender. Cuando, desde esta segunda postura, se obliga a un estudiante a repetir el año porque reprobó tres materias (la mayor concentración de repetidores se produce con tres materias) se descalifica su esfuerzo en el estudio de las otras diez (o hasta doce en algunas provincias), se lo obliga a volver a cursarlas separándolo de su grupo de pertenencia y se lo coloca en el lugar del fracaso. Muchos chicos deciden, contra la voluntad familiar, no regresar más a la escuela y cargan, quizá para toda la vida, con una fisura profunda de su autoestima y de sus proyectos.
La derrota de un alumno frente a la enorme valoración social que tiene el avanzar en el sistema escolar trasciende el caso individual para ser un problema de consecuencias sociales. Como lo es el del estudiante que adquirió conocimientos de ciencias médicas durante algunos años, pero no concluyó su carrera universitaria: es considerado un desertor, un fracasado, en lugar de reconocerse los saberes que adquirió y habilitarlo como personal paramédico, que tanta falta hace en el país. Lo mismo puede decirse de lo que ocurre en otras áreas del conocimiento y de la actividad laboral.
En cuanto a los adolescentes, lo peor que puede hacerse es facilitarles la huida frente a obstáculos que no pudieron superar y luego quejarse porque muchos de ellos “no trabajan, no estudian, ni nada”. La escuela expulsora forma parte de una concepción elitista que hay que ir superando. La Ley de Educación Nacional de 2006 reconstruyó legalmente la secundaria y la destinó a formar a los alumnos para la continuación de los estudios en el nivel superior y, al mismo tiempo, para el trabajo y para la ciudadanía.
Recientemente, el Consejo Federal de Educación acordó implementar “los procesos de revisión, reformulación y/o reelaboración de las regulaciones sobre a) evaluación, acreditación y promoción de los estudiantes; b) acompañamientos específicos de las trayectorias escolares; c) condiciones de ingreso, permanencia, movilidad y egreso de los estudiantes y d) convivencia escolar”, así como “propuestas formativas, reorganización institucional y estrategias pedagógicas para la escolarización y sostenimiento de la trayectoria escolar de los alumnos”. Luego, la presidenta de la Nación y el ministro de Educación anunciaron medidas concretas que dan cuerpo a aquellos acuerdos: reunificación de cargos de los profesores, planes con un máximo de diez materias, retención en los establecimientos a los chicos que fracasan, introducción de tutores. Ofrecer apoyo pedagógico especial a los alumnos de la educación pública es una medida de justicia social: es costumbre que quienes tienen la posibilidad paguen la cuota de un instituto o un docente particular para ayudar a sus hijos a aprobar las materias más difíciles, de modo que la diferencia con los que no pueden es uno de los tantos dispositivos incrustados en el sistema escolar al servicio de la reproducción de las diferencias sociales. Es necesario que los gobiernos provinciales y el de la CABA actúen con decisión y de manera práctica en las escuelas secundarias; que el gobierno nacional intervenga en lo que le corresponde. Para llevar a cabo la transformación de la secundaria en una institución habitable, productiva y pedagógica se cuenta con docentes que han salido de la pobreza en la cual estuvieron sumidos durante tantos años –aunque hay que trabajar para que su retribución sea cada vez más digna–. De inmediato se trata de poner toda la atención en su capacitación que debe ser gratuita, obligatoria, en servicio y con puntaje; debe abordar las especialidades de los profesores para que adquieran la seguridad que otorga ser idóneos y estar actualizados en su área y debe introducirlos en las nuevas lógicas y tecnologías de la información. Al mismo tiempo tienen que recibir apoyo para entender la problemática juvenil y mejorar su formación como conductores de grupos cuyas problemáticas son complejas. La tarea de los directores e inspectores es relevante y en muchas provincias son quienes deben conducir el proceso de cambio, limar las resistencias a aplicar las nuevas normas, trabajar contra los prejuicios, preconceptos y otros dispositivos de rechazo instalados en la escuela y su entorno social.
La construcción y reparación de escuelas avanzó mucho y debe continuar rápidamente. Ya se están repartiendo 250 mil notebooks entre los alumnos de las cuatro escuelas técnicas. Hay que avanzar con PC suficientes en las aulas. Pero es indispensable la colaboración de los clubes, sociedades de fomento y las diversas instituciones que poseen espacios con poco uso, campos de deportes, salas de exhibición, cines, cibercafés, así como las radios y cables locales. El ámbito de enseñanza-aprendizaje no puede circunscribirse a las cuatro paredes del aula. Hay una cantidad de experiencias al respecto con buenos resultados que deben generalizarse. Los municipios podrían ser ciudades educativas, compartiendo con las escuelas actividades para los adolescentes.
Así, como estaba, es un sistema que corresponde a una sociedad que no tiene la costumbre de reconocer y acumular los productos materiales y simbólicos de sus propios esfuerzos sino que, una y otra vez, desconoce el propio esfuerzo. Superar el drama de la escuela secundaria es un tema del cual debe ocuparse toda la sociedad, superando prejuicios, amando a los chicos y ayudando a generar las condiciones para que el vínculo pedagógico pueda realizarse. De esta manera, en un futuro no muy lejano estaremos diciendo que 900 mil jóvenes más, estudian y/o trabajan o ambas cosas a la vez.
(*) Diputada (FG-FpV), presidenta de la Comisión de Educación.
Fuente: PAGINA/12 (ir)
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